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REIVINDICANDO DEL CINE DE LOS 80 (17) SILVERADO: LA RESURRECCIÓN DEL WESTERN

En los 80 el western estaba muerto. Atrás quedaban sus años gloriosos, marcados con su final con los spaghetti de Sergio Leone con Clint Eastwod como cabeza visible. Y aunque él mismo lo intentara revitalizar con el mismo modelo de solitario justiciero que le hiciera tan popular en los 70, dirigiendo y protagonizando El jinete pálido (1985), fue Lawrence Kasdan quien intentó cambiar el modelo escribiendo y dirigiendo SILVERADO (también 1985). Un emocionante, brillante y entretenidísimo western plagado de estrellas, y otras que los serían, como Danny Glover (Arma Letal), Scott Glenn (Elegidos para la gloria), Jeff Goldblum (La mosca), Brian Denehy (el malvado sheriff Teasle de Acorralado), un jovencísimo Kevin Costner (Bailando con lobos), John Cleese (de los Monthy Pyton), Rosanna Arquete (Jo, qué noche) y los ganadores de un Óscar Linda Hunt (El año que vivimos peligrosamente) y Kevin Kline (Un pez llamado Wanda). Vamos al lío…

Emmett (Glenn) y Jake (Costner) son dos hermanos que quieren reunirse con su familia en el floreciente pueblo de Silverado. Cada uno con su correspondiente pasado pisándole los talones se cruzarán en su camino con Mal (Glover), que desea vengar el asesinato de su padre, y Paden (un ladrón exconvicto que desea rehacer su vida al margen de la banda criminal de la que formaba parte). A ello se suma el encuentro de los cuatro con una caravana de múltiples familias que también viajan a Silverado en busca de una oportunidad. Éste es solo el punto de partida de un retrato del salvaje oeste con todos los ingredientes del género: malos y buenos, tiroteos, robos y emboscadas, salones donde el whisky corre a raudales y se juegan peligrosas partidas de póker, pistoleros y amenazas, persecuciones a caballo, estampidas, ahorcamientos al amanecer y duelos al atardecer, sheriffs corruptos, polvo y rifles, pólvora, revólveres con culata de nácar y, sobre todo venganza, mucha VENGANZA… Un luminoso espectáculo “a Los siete magníficos” (John Sturges, 1960) en el que suceden “un montón de cosas” para no dar un minuto de respiro y quedarte pegado al sillón durante 130 minutos de PURO ENTRETENIMIENTO al son de la estupenda banda sonora de Bruce Broughton, que fue nominado al Óscar (la película también optó al premio al mejor sonido).

A pesar de todo, la película apenas consiguió recaudar los 33 millones de dólares de su presupuesto. El paso de los años, como otras películas de los 80 que comento en esta serie de post dedicados a la maravillosa década de los 80, la convirtió en un clásico indispensable. Aun así no fue hasta los 90 que el género cobró vida de nuevo, primero con Bailando con lobos (Kevin Costner, 1990) y posteriormente con Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992), dando pie a una nueva época dorada capaz de ofrecernos joyas más atrevidas y lejanas a los tópicos del género como la también imprescindible Bone Tomahawk (2015, S. Craig Zahler).

¡VIVA EL WESTERN!

 
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2 de respuestas

  1. Tino

    Linda Hunt gana el Oscar por El año que vivimos peligrosamente interpretando a un hombre. no trabajó en Los gritos del silencio. ambas de guerra si, pero muy diferentes.

    • juanluismarin

      Tiene usted toda la razón. A veces me fío demasiado de mi memoria ya cincuentona. Corregido. Muchas gracias y un abrazo fuerte!

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