SEGUNDO PREMIO es la película seleccionada para representar a España en la carrera hacia los Óscar. Es la segunda que he visto de las tres preseleccionadas, junto a La estrella Azul, en un primer momento mi primera candidata. Pero puedo decir que no nos hemos equivocado. Las dos son brillantes. Y, lo que es mejor, recuperan el mito de artistas musicales patrios de una década dorada, los 90, en la que el talento se daba de la mano con esa plaga llamada droga que a tantos artistas dejó por el camino con sus brazos marcados por la señal de la MUERTE.
Con la historia, o más bien LEYENDA, del grupo musical Los planetas, Isaki Lacuesta (guionista y director) y Pol Rodríguez (codirector), orquestan un relato tan mágico como sórdido de la creación artística donde, para algunos, es necesario “viajar” para ser honesto consigo mismo y dar lo mejor a nivel, en este caso musical.
Drogas, alcohol y música se cruzan en este biopic de una de las bandas más importantes de nuestro país. Un viaje cámara al hombro que huye de los otros que nos da Hollywood, plagados de corrección política, condescendencia y encumbramiento, que pasan por encima de las miserias de una industria, la musical, de cómo se aprovechan de un grupo de amigos que solo quieren expresarse, que los exprimen y licuan hasta vaciarlos por dinero, que alimentan traiciones entre ellos sin tener en cuenta que un grupo es amistad. Que un grupo en confianza. Que un grupo es pasión.
Estamos ante un Trainspotting de la música, una película experimental, arriesgada y valiente que, si tenemos suerte, volverá a poner a España en el foco de la cultura a nivel internacional. De un movimiento musical que, como el grunge de Seattle, tantas veces exacerbado por el hecho de ser yanqui, rompió moldes y dejó cadáveres en el camino, quizá no tan mediáticos pero sí igual de valiosos.
En definitiva, SEGUNDO PREMIO es esa segunda oportunidad de quienes pudieron ser… y lo fueron a pesar de todo lo que sufrieron. Un retrato sincero, honesto y que espero disfruten tanto aquéllos que vivieron aquéllos años como los que lo conocen de oídas.
La realidad pasa. LA LEYENDA permanece…