Corría 1983 cuando se estrenaba la MEJOR película de astronautas de la HISTORIA, ríete de Apollo XIII (1995), The Martian (2015), First man (2018) o Ad Astra (2019). Basada en el libro The right stuff (Lo que hay que tener), del aclamado escritor y periodista Tom Wolfe, la película narra la carrera espacial que se inició a finales de los 50 con, cómo no, Estados Unidos y la Unión Soviética en liza por ser los primeros en lanzar un hombre al espacio. Comenzando con un puñado de pilotos de prueba, liderados por el legendario Chuck Yeager, que se jugaban la vida a diario en el desierto de Arizona para alcanzar ese “demonio” que se escondía el medidor de match de sus aviones y romper la barrera del sonido, la película sigue las andanzas de los 7 pilotos elegidos, entre decenas de aspirantes y tras unas duras pruebas y un entrenamiento sin precedentes, para convertirse en los primeros astronautas de la historia. Protagonizada por un elenco de actores prácticamente desconocidos que con el paso de los años se convertirían en auténticas estrellas como Denis Quaid (El chip prodigioso), Ed Harris (Abyss), Scott Glenn (Silverado), Fred Ward (Temblores) Jeff Goldblum (La mosca) o Sam Shepard (además de actor, director, músico, dramaturgo y novelista ganador de un premio Pulitzer), el director Phillip Kaufman (La invasión de los ultracuerpos) tira de épica, ironía y un afilado sentido del humor que, lejos del discurso patriótico, hurga en las mezquindades, improvisación, despilfarro y riesgo del llamado Programa Mercurio que puso en peligro la vida, y en ocasiones acabó matando, a un puñado de hombres valientes que se embarcaron en una aventura inédita hasta la fecha para viajar a lo desconocido en busca de algo tan atractivo como vacuo: la gloria. Nominada a 8 Oscar, película, actor de reparto para Sam Shepard, montaje (ganadora), fotografía, banda sonora magistral de Bill Conti (ganadora) diseño de producción, sonido (ganadora) y efectos de sonido (ganadora), ELEGIDOS PARA LA GLORIA apenas pudo recuperar los más de 20 millones de dólares de su presupuesto. ¿La razón? El público yanqui, después de que el hombre hubiese llegado a la luna y se preguntase “¿para qué?” no tenía interés en revivir una parte de su historia que, visto lo visto, no tuvo ninguna utilidad práctica al margen de los vuelos supersónicos del Concorde que, tras el trágico accidente del 25 de junio de 2000 en el que murieron 100 pasajeros y el elevado coste de los vuelos y, por lo tanto, de los billetes, nunca más han vuelto a existir.
Una película IMPRESCINDIBLE para los amantes del cine y que el bocazas de Tarantino, “los 80 fueron la peor década de la historia del cine”, debería ver en algún momento, junto con las otras que hemos recomendado y seguiremos haciendo para que se trague sus estúpidas palabras.