Se despertó sólo. Palpó el lado derecho de la cama, aún cálido, y lo notó frío y vacío. Fue cuando abrió los ojos y los clavó en el techo de la habitación. Ella había cumplido su promesa.Suspiró y se llevó las manos a la cara, que se restregó primero con suavidad para luego hacerlo con