Un tipo llegó a la barra de un local de moda. La música martilleaba sus oídos. Volumen excesivo, cuerpos que se agitaban, sudorosos. Mucha gente. Tenía sed. Desde allí lanzo una mirada fugaz al grupo de amigos con el que se animó a salir esa noche. La quedada del mes con los colegas de toda
Cuando la dignidad no tiene precio
Lo que voy a contarles es verídico. Palabrita de niño Jesús. Cosas de esta patria nuestra en la que el sol sale por Antequera y se pone por donde le da la realísima gana, que para eso somos como somos. De esas situaciones que te reconcilian con los demás cuando la dignidad está por encima