No hay día que no me cruce con esa frase. En los tiempos que corren uno no sabe si tomarla como un bálsamo o un acicate más para atarse los machos de cara a lo que nos espera en los próximos años. Que no lo sabe ni Dios. Y ya es decir.
El violín de tres cuerdas
Es la mañana de Nochebuena. Fría, muy fría. Gruesos copos de nieve tiñen las aceras, capós y techos de los coches. «El segundo día de nieve que nieva seguido en Madrid. Nada menos».
Cuando gritar se convierte en arte
Creo que fue el pasado fin de semana, no recuerdo si el sábado o domingo. Consultando la web de un periódico topé con un desagradable vídeo –por calificarlo suavemente- en las páginas de televisión de ese diario.
Personajes de carne y hueso
Una de las cosas buenas que tenemos los escritores. Entre otras muchas. Me refiero a recrear ciertos personajes basándonos en experiencias, conocimientos y amistades de muy diverso tipo.
Un Franco con gracia
Battiato es su apellido. Está de gira estos días por España para presentar su último disco –Ábrete Sésamo-. Y confieso que no sólo me hace gracia sino que también no dudo en expresar mi admiración por él. Lo habré visto un par de veces en directo y no deja a nadie indiferente. Particular, muy particular.
Historias que te eligen
Hará un par de semanas que desempolvé varios escritos iniciales. Simple curiosidad, sin ningún otro propósito que me impulsara a ello. Cosas que empecé a pergeñar hace más de diez años y que, en su mayoría, quedaron olvidadas en una carpeta del disco duro de mi ordenador. Y entiendes el porqué.
El de los cacahuetes
Hay historias que estremecen. Relatos de personas cuyas vidas son un laberinto de azares y maldiciones al que la parca remata con un final que sólo ella es capaz de refrendar. Finales atroces para existencias atormentadas.
El ‘pero’ de Juan
Le llamaré Juan por referirme a él de alguna manera. Sé que no le gustaría que su verdadero nombre apareciera por aquí, tal cual, así que ahorrémonos inoportunas referencias.
Brassens
Apenas había oído hablar del susodicho más que por recuerdos del añorado Labordeta, ahora que ando con una biografía suya entre manos –extraordinariamente recomendable, al igual que lo era la persona-. Una ocurrencia.