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Una carga pública sin educación alguna

Refiero la anécdota que ocurrió hace unos cuantos días y aún me hierve la sangre. De esos momentos en que, lejos de ciscarte en la madre de su protagonista, que lo haría muy gustosamente, seguramente lo despacharía con cualquier barbaridad que se me pasara por la cabeza. Cualquiera; para el caso es lo mismo.

Les sitúo: plaza principal de una localidad de los alrededores de Madrid a eso de la media mañana. A escasos metros, el principal paseo del pueblo; a esas horas el trajín de paseantes es importante. Ya en la plaza, jubilados, remilgados y ociosos sin ocupación departen sentados junto a la zona ajardinada que pretende vestir de postín –sin conseguirlo- el emplazamiento. En el centro de la misma, aparcados, esperan dos coches de alta cilindrada. Aburridos, con las manos en los bolsillos y cara de circunstancias, apoyados en los mismos, sus dos conductores intercambian algunas palabras después de mirar uno de ellos el reloj con gesto de resignación.

Al llegar a la plaza, curioso, me aproximó al lugar. A mi izquierda dos jubilados departen alegremente, dicharacheros. Uno de ellos le explica al otro, recién llegado como yo, que los vehículos pertenecen a “dos peces gordos. Llegaron hace una hora y estarán reunidos con el alcalde. O a mí, por lo menos, eso me parece”. El otro asiente sin más componiendo una expresión de “y a mi, ¿qué?” suficiente para dar paso a otro tema, a otra conversación. Suspiro, veo los coches y decido abandonar la plaza deseoso de no tener que soportar desagradables presencias ni estúpidas visiones -luego, por la noche, tengo pesadillas. Esas cosas se pagan- cuando por la puerta del consistorio salen voces. Especialmente la de un tipo –otro que camina a su lado, cortés dentro de lo que cabe, se limita a entrar en el vehículo que le espera y a marcharse de allí a toda prisa-. Una de esas voces estridentes y deleznables a más no poder. “Y aún así tendrá valor, el tío”, me pregunto sorprendido.

De las diez palabras que espeta el personaje, cuatro son tacos. De grosor elevado alguno de ellos. El destinatario es el conductor que, resignado, cumpliendo con su cometido –mal pagado, dicho sea de paso, porque aguantar eso no está pagado- abre la puerta para franquearle la entrada al habitáculo. Mientras todos contemplan la escena con estupor, el coche saliendo a toda velocidad sin prestar atención al posible encuentro con otros vehículos, decido regresar a casa para calar al personaje, del que no tenía constancia alguna hasta ese momento. Un par de minutos de navegación en la Red sirven para dar con él, un hermoso ejemplar de carga pública sostenida y pagada por todos, incluido el conductor que le lleva a todas partes, a donde aquél quiera y desee; para eso es su dueño y casi señor. Sin recato y pudor alguno. Él, que puede y además no lo disimula.

 
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1 Comentario  comments 

Una respuesta

  1. A estos póliticos corruptos de mala madre, ladrones, los teniamos que linchar en la calle al estilo del Oeste Americano, y se acababa la crisis y el ladronicio,Yo he llevado a persona,pero amenazada de la E.T.A y ser chofer y escolta, para una persona honrada, con un trabajo digno, no de un funcionario, ni pólitico, fué para mi un honor, y el trato que me dispensó, cordial y amable tratandome como si fuese de la familia. y lo mismo su esposa, e hija,Pero los del P.N.V. le aruinaron la empresa, por no comulgar con sus ideas secesionistas, No voy a decir su Nombre primero por que ha fallecido, y segundo que de mi le debo un respeto.Estos del P.N.V. siempre apoyaron, a los etarras, Los fundadores de E.T.A eran hijos de papa en sus comienzos, luego otra minoria serian los asesinos,militantes de izquierdas,estalinistas, cometiendo miles de asesinatos, Los etarras sacudian el Arbol y los nacionalistas cogian las nueces.A cuantos del P.N.V. mataron los etarras a ninguno, si a empresarios que no quisieron pagar el impuesto revolucionario al estilo de la mafia de chicago, Yo me alegro de que haya quebrado, la empresa mondragón ,la mayoria de los trabajadores eran de Bildu O SIMPATIZANTES, Seguramente mas de una vez les dieron dinero a los Etarras.

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