Para no variar, servidor no sabía qué narices pergeñar en esta columna que con santa paciencia Culturamas me cede semana tras semana. Y al instante, salió el tema. La cosa va de una película de cine, sus actores –de lo mejorcito de la gran pantalla patria-, y una curiosa iniciativa para hacerla realidad.

La iniciativa la he conocido esta mañana de la mano de una persona que anda metida dentro del proyecto. El propósito consiste en convertir una serie –Chica busca chica– que surgió en el universo de Internet allá por el 2006, éxito mediante, en una película de cine. Cine. Con eso ya está todo dicho. Entre la subida del IVA, las descargas ilegales y lindezas varias –también ciertas películas que desfilan por la cartelera, todo hay que decirlo, que espantan a cualquiera-, una aventura. De las de verdad. Comparable a cruzar el Sáhara de rodillas, el Orinoco nadando a perrillo o la planicie antártica en bermudas y montado en un patinete. Retos reservados para los más valientes, sin duda.

Pero perseveran. Los actores, digo. Lejos de arredrarse, ahí siguen, con la idea en firme de rodar la película, De chica en chica. Un enredo de chicas -sí, si alguno lo está pensando, hay de eso también- donde existe sitio para todo tipo de relaciones, historias y tejemanejes. Perseveran, decía. Actores de la talla de Alexandra Jiménez, María Botto, Diego Martín, Miguel Ángel Muñoz o Celia Freijeiro, entre otros muchos. Apoyándose en esa peculiar y sorprendente estrategia denominada Crowfunding, que consiste en una financiación colectiva –o suscripción popular- llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero o recursos de cara a emprender un determinado proyecto. En este caso, la película. Una revolucionaria manera de buscar productores, pues todo el que participe o aporte una determinada cantidad, sea cual sea, podrá decir posteriormente que lo es; alma de una iniciativa valiente, de una idea nada original pero sí novedosa.  Algo no muy usual en estos tiempos que corren pocos o nada buenos aires.

Pues eso, toda una aventura que ojalá tenga un final feliz, allá por el verano del año que viene, cuando por fin De chica en chica sea estrenada en el cine. De esas iniciativas que, dados los tiempos que corren, son de aplaudir y de apoyar. Para decir aquello de “con un par de cojones”. O de ovarios, no se me vayan a enfadar las protagonistas…