El pasado viernes tomé un Alvia desde Madrid a la carrera para presentarme en Pamplona justo a la hora de comer. Carlos Bassas, el capo de Pamplona Negra, me acompañó hasta el hotel Tres Reyes y luego al garito en el que disfrutamos de un buen menú frente a Baluarte, el incomparable marco elegido para la celebración del evento. Solo un rato para saludar a los compañeros de pluma, conocer personalmente a Ricardo Bosque y volver a saludar a Marta, de Leer sin Prisa y a Sergio Vera, que procuran no perderse ningún evento del panorama negro literario.
No me sorprendió comprobar en persona la buena organización del festival, cuyas actividades y comentarios ya venía yo siguiendo a través de la prensa y las redes sociales. Tiempo justo para estrechar la mano de Santiago Álvarez, cuya novela “La ciudad de la memoria” estaba saliendo prácticamente en esos momentos, a quien solo conocía de forma virtual. Grato fichaje para mi memoria.
Del garito a las bambalinas del Baluarte y de las bambalinas al escenario para comprobar que había más público de lo habitual en este tipo de eventos. Lo que demostraba, una vez más, que los organizadores habían sabido captar la atención no solo de los lectores de Pamplona y alrededores, ya que hubo gente que confesó que venían de Barcelona, Valencia y otras ciudades. Un público que demostró tener conocimientos del género negro y de las obrasde los que allí nos sentamos: Víctor del Árbol, Santiago Álvarez, Leo Coyote, Alexis Ravelo y yo, moderados de forma magistral por el omnipresente Alejandro Pedregosa, un escritor granadino que lo mismo lo ves en Pamplona que en Madrid que en cualquier lado. De lo que allí hablamos durante más de hora y media, dando nuestros puntos de vista sobre el género y hablando de nuestras novelas, tienen ustedes cumplida información en los medios, tanto escritos como digitales.
La cena fue en la peña Anaitasuna, en donde los escritores locales cocinaron para los que veníamos de fuera, mostrando su pericia gastronómica y dándonos su cariño en forma de buen vino, buenas viandas y un marmitako que estaba para chuparse los dedos. De las copas, no les hablo, porque una inoportuna migraña me impidió mostrarme en mi salsa, otra vez será.
El sábado lo pasamos abusando de la hospitalidad de Jon Arretxe, que nos abrió la puerta de su casa para ofrecernos una txistorrada con la que celebré mi cumpleaños de la mejor forma posible. Gracias a todos por el regalo de esa bufanda que falta hacía por el frío reinante y gracias a Asier Beltza, de Erein, por el regalo de la camiseta de la colección “Cosecha Roja” y esa txistorra que me traje para Madrid.
Por cierto, no se pierdan las entrevistas y reportajes sonoros de Radio Fiat Lux que perpetró Javier Manzano, un crack de esto del periodismo de lo negro. Debajo les dejo el enlace. Y bueno, ya que estamos, supongo que saben ustedes que en la segunda quincena de febrero tendrán en las librerías “Lumpen”, mi nueva novela escrita a cuatro manos con el maestro Luis Gutiérrez Maluenda que abrirá la colección Pan Negro (dirigida por Xavier Borrell) de la editorial Pan de Letras. Pues bien, la novela se presentará en Madrid el 14 de marzo en la librería Burma y el 16 en la librería JUMI. Como vendrá Maluenda y le he prometido darle un garbeo por Canillejas, barrio en el que transcurre la novela, mi barrio, Javier Manzano me comentó que Fiat Lux cubrirá ese garbeo. ¿Es o no es para estar contento?
Ah, y no lo soñé. A las cinco y media de la madrugada, estando migrañoso y mientras fumaba un cigarro en la ventana del hotel Tres Reyes vi a un tipo delgado, mochila a la espalda, que caminaba a paso ligero, como si viniera de un sitio y fuera a apagar un incendio en otro: ¡era Carlos Bassas! Desde el fondo de mi dolor de cabeza me pregunté si acaso el comisario de Pamplona Negra no dormía y estaba pensando ya en la próxima edición.
No somos na…
Reportajes Fiat Lux: http://revistafiatlux.com/ravelo-escribano-del-arbol-alvarez-y-arretxe-y-abasolo/