Caía ya la noche, una cálida noche de verano, cuando regresaba con Tomás, después de un día feliz pescando cangrejos. Al incorporarnos a la carretera general me llamaron la atención –de ese modo tan sutil en el que las cosas llaman la atención cuando el cuerpo está cansado- las dos señales que indicaban, con sentidos
DE INCENDIOS REGALOS, DE FRAGMENTOS, DE GRIEGOS Y VIAJES Y DE UNA CANCIÓN (II)
Las tres patas que sostienen el banco occidental, en el que nos sentamos desde hace dos mil años: griegos, romanos y cristianos. De los romanos reconozco el sentido práctico con el que se enfrentaban a la vida en todos sus órdenes. Pero lo que más valoro de ellos es su clarividencia al distinguir entre días
DE INCENDIOS REGALOS, DE FRAGMENTOS, DE GRIEGOS, DE VIAJES Y DE UNA CANCIÓN (I)
De este libro sólo he podido conservar algunos fragmentos. Los pocos que la memoria pudo salvar del fuego. Aquel incendio, sorprendente, tuvo su origen en la chispa, aparentemente inofensiva, de un regalo. Recuerdo bien aquella tarde –cómo olvidarla-. Yo estaba contento, tanto contento que le dije: – Te regalo lo que quieras de todo lo
DE PROTESTAS, BIBLIOTECAS Y CAFÉS
Lo cierto es que estamos llegando a un punto en el que la gente protesta por todo. Barra libre de protestas. Y claro, mientras se protesta ni se piensa ni se hace. Y así, me temo, no se arreglan las cosas. .- ¡Protesto! .- Denegada. Un grupo de padres protesta por el cierre de la
DE MEMORIA Y JAPONESES (II): LOS JAPONESES
“Otro es el río que persigo -replicó tristemente-, el río secreto que purifica de la muerte a los hombres” Antes de morir, el jinete reveló al último ser humano que habría de ver -un romano de la época de Diocleciano-, que a la orilla de ese río que corre por el Occidente, se eleva la
DE MEMORIA Y JAPONESES (I)
” Y… ¿quién me trajo aquí? ¿Quién me trajo aquí? ¿A quién le dije yo que me trajera” No recuerdo nada… ¿Hay alguno que recuerde? ¡Oh, memoria memoria!… siempre sin memoria. Todos sin memoria” Desconozco el dato de si en el The Tokyo Metropolitan Institute of Medical Science, RINSHOKEN, existe devoción por los poemas de
DE MITOS Y ARTEFACTOS (II): EL ARTEFACTO
Hagamos por un momento un ejercicio de imaginación (venga, no es tan difícil). Desmontemos los complejos decorados y sus oropeles, los doraros y truenos que actúan como heraldos, la luz cegadora y reveladora y las voces como de otro mundo. Imaginemos ahora que estamos en un concesionario de automóviles. Imaginemos que en lugar de estar
DE MITOS Y ARTEFACTOS (I)
Qué sería de una caja si no guardara en su interior también un mito. Sería igual que un desván en el que la luz del atardecer no se corporeizara en diminutas partículas de luz. Un sinsentido. Aunque desconocemos la fecha de estos sucesos, sí sabemos el lugar en el que sucedieron, Naucratis -Egipto- y también
LA CAJA IV Y FIN
Con la contundencia de la que están dotados los objetos, para que no quepa lugar a dudas de que estas cajas de las que hablo no son una calenturienta teoría, he aquí la prueba tangible, el inventario sumarísimo de todo lo que había en una caja negra, que yo guardo desde hace años bajo mi
LA CAJA III
Esta mañana, todavía, merodearán por algunos rincones de las casas, las cajas recién llegadas, que llegaron con los Magos de Oriente. Han pasado la noche preguntándose cuál será ahora su destino y lo cierto es que no hay muchas opciones. Algunas servirán para encender la chimenea -sale un humo de un color singular cuando se