En el principio, era el coro. No al principio de todo, obviamente. Me refiero una vez hecha la luz, ya diferenciados cielo y tierra y, de la tierra, separada el agua, quiero decir, después de que árboles y peces, pájaros y fieras poblaran el planeta y una vez que mujer y hombre fueron condenados a
Voluntad
La lluvia nos acompaña como el palio al Santísimo. Paramos a comer en Villafranca. Con los siglos, los blasones se han vuelto más solemnes, más absurdos, como los jeroglíficos antes de Rosetta. Vuelven a verse peregrinos. Los saludo con la alegría con la que se ve a alguien que tiene un objetivo. El Camino, además
Berlín Vintage
Los libros, como las personas, tienen sus propios destinos, que son camellos ciegos, como dijo Borges, fuertes, torpes, inocentes y también inhumanos. El destino es un hilo o, mejor, un tapiz. A veces, sucede que tejiendo el destino de un ser humano se cuela en el telar el hilo de un libro y cambia el
Viajar
Ni siquiera los árboles están quietos. Ellos también se mueven. Incluso las montañas de apariencia hierática y solemne. El mismo sol. Aunque señalarlo le costara a Galileo arresto domiciliario de por vida. Humildemente, creo que la eterna disputa entre Parménides y Heráclito la ha ganado este último: todo se mueve. Y el ser humano viaja.
Instilar
Contra la abulia, la tristeza y la desesperación, Ciorán animaba a aprender una lengua: “Una lengua es un continente, un universo, y quien se la apropia un conquistador”. Y también viceversa. Cada palabra desconocida u olvidada es una ínsula, una montaña, un mar interior, una pequeña aldea que perdemos. Una palabra ignorada es una franja
Respeto
Con la imprudencia propia de los veintimuchos años – que no tiene por qué degenerar en soberbia si uno tiene buenos amigos y una familia que le quiera – el primer día de curso les decía a mis alumnos que tomaran nota de los dos principios que regirían en mis clases cual marco jurídico. El
Doble sentido
Limitaciones de derechos, de libertades, cierres perimetrales. Aunque todo se andará, todavía no han prohibido esa otra forma de viajar que es subirse a un libro, leer. Aprovechemos mientras podamos. Ultimo, el protagonista de “Esta historia” – una novela de Baricco de la que apenas recuerdo la emoción de leerla-, tenía un sueño, como todos
Ponla otra vez
Bajo un cielo malva oscuro, la luz deja de ser onda y es sólo materia, coge cuerpo, a un tiempo sólida e inaprensible, como los melocotones de Cézanne. Reducida la nada que hay en ella -igual que el jerez en una salsa-, con un pincel se podría trazar el perfil de la nueva transparencia que