La imaginación criminal de los adultos no conoce límites, sobre todo cuando se trata de proyectar sus inseguridades, miedos, frustraciones o, directamente, enfermedades mentales sobre los más pequeños. Una madre desahuciada que se lanza al río con su hijo en brazos para suicidarse… y lo único que consigue es ahogar a su retoño. Otra que,