No hiciste nada, ni siquiera estabas allí y, aún así, te la van a meter doblada. Hasta el fondo. Entonces, ¿por qué? Quizá porque acostumbras a ir con quien no debes, porque tarde o temprano lo acabarías haciendo… o permitiendo. Porque en este mundo pagan justos por pecadores. O quizá, simple y llanamente, porque la