El objetivo era el Castillo de Santiuste. Y en el camino nos perdimos un montón de veces. Hasta el GPS fallaba. Presagiando una noche toledana. Algunos sustos. Y sensaciones raras. Porque incluso en el reconocimiento del milenario edificio que hicimos a la luz del día me costó orientarme en su interior. Y entrando en Sigüenza