Un policía con una turbia sombra sobre su cogote atendiendo el teléfono de emergencias. Una llamada. La VOZ entrecortada de una MUJER. Un presunto secuestro. Y 85 minutos en tiempo real marcados por el suspense, la tensión y unos giros que te vuelan la cabeza. Todo un ejercicio de estilo milimétricamente calculado en el que los SILENCIOS dicen más que las palabras y un tartamudeo explica más que cualquier discurso. Puro entretenimiento del bueno, del que te hace reflexionar, te sacude los nervios, la mollera… Y te encoge la entrepierna. Puro cine europeo, danés para ser exactos, estrenado en 2018 y al que Hollywood no tardó en echar el guante tres años más tarde… para cagarla como cada vez que hace un remake. Vamos al lío.
Asger es un agente de policía que por algún motivo ha sido retirado de las calles y «castigado» para atender el teléfono de emergencias. Una rutina nocturna poblada de llamadas de borrachos, puteros e inconscientes que, de repente, se va a convertir en una pesadilla con una mujer al otro lado de la línea. Se llama Iben, va en un vehículo y dice que su marido la ha secuestrado, no sabe adónde la lleva y lo que es peor, uno de sus hijos puede estar en grave peligro. A partir de ese momento, Asger tendrá que lidiar con una situación límite, hacer un seguimiento del vehículo, coordinar helicópteros, coches de la policía y a otros agentes de campo para que averigüen qué está sucediendo. Porque en la casa de Iben, donde están sus dos hijos, uno de ellos apenas un bebé, puede estar la CLAVE.
Claustrofóbica y asfixiante, con una sola localización, la centralita de emergencias, y un ritmo que te atrapa a cada segundo que pasa por no saber qué va a suceder un minuto después, THE GUILTY es una maravilla del suspense que no os podéis perder. Sin alardes de cámara, sin música, sin nada que pueda distraer los sentidos para que el espectador se centre en lo que escucha y en el protagonista, un brillante Jakob Cedergren que realiza todo un tour de force interpretativo lleno de matices en el que, gota a gota, se nos va facilitando información sobre Asger. Ha hecho algo grave. Y al día siguiente le espera una comparecencia judicial ante la que tendrá que rendir cuentas. De ese modo, a la angustia por lo que pueda suceder la mañana siguiente se añade la tensión de conseguir rescatar a Iben de su marido en una carrera contrarreloj que se convierte en su obsesión, como si fuera el modo de redimirse de un pecado que no conocemos.
El director, Gustav Möller, como un alumno aventajado de Alfred Hitchcock, toca todas las teclas del suspense en una melodía perfecta y con una coreografía implacable. Aquí no sobra nada. Todo, absolutamente TODO, encaja para conducirnos en un viaje más acústico que visual, repleto de momentos escalofriantes y un clímax estremecedor.
Como comenté antes, Hollywood se marcó en 2018 un remake con el mismo título protagonizado por Jake Gyllenhaal (Brokeback Mountain) y dirigido por Antoine Fuqua (Training Day) que firma un ridículo esperpento a lo Michael Bay con imposibles movimientos de cámara en la centralita como los de éste en la sala de la NASA en Armageddon. De modo que, como suele ser habitual, ir a lo AUTÉNTICO. Lo ORIGINAL. Os aseguro que vais a flipar.










