A mediados de los 80, las buddy movies (películas de colegas) policiales están en pleno auge: Arma Letal, Danko: Calor rojo, Límite 48 horas, Procedimiento ilegal, Tango y Cash…, protagonizadas por dos personajes opuestos obligados a entenderse para resolver un caso criminal. Todo ello aderezado con buenas dosis de acción y algunas notas de humor. Pero en 1987, Jack Sholder (Pesadilla en Elm Street 2) decide ir un paso más allá con HIDDEN: LO OCULTO. ¿La novedad? La pareja imposible la forman un policía de Los Ángeles y un agente del FBI que en realidad es un ser extraterrestre que ha venido a nuestra planeta para dar caza a un asesino interestelar. Pero no es un asesino cualquiera: se trata de un parásito que se apropia de seres humanos para vivir una orgía de asesinatos antes de exprimirlo y necesitar otro cuerpo que ocupar para continuar con su correrías. Y, por si fuera poco, le gustan los coches caros… y la música rock a todo trapo. Vamos al lío…

Todo empieza con un anodino ciudadano sin antecedentes que un buen día decide robar un banco, asesina a un guardia de seguridad y roba un Ferrari. Del caso se ocupa Thomas Beck, interpretado por Michael Nouri, popular por su papel en Flashdance (Adrian Lyne, 1983). El típico poli duro que dicta sus propias reglas pero que, cosas de las buddy movies, se ve obligado a trabajar con el agente especial del FBI Lloyd Gallagher, interpretado por Kyle MacLachlan, mucho antes de convertirse en el inolvidable agente Cooper de Twin Peaks y que venía de disfrutar de las mieles del éxito de Terciopelo azul (David Lynch, 1986). Lloyd persigue a un criminal que, según sus propias palabras, «mató a doce personas e hirió a veintitrés. Robó seis coches, la mayoría Ferraris. Atracó ocho bancos, seis supermercados, cuatro joyerías y una pastelería. A seis de las víctimas las degolló con un cuchillo, dos eran unos chiquillos. Todo eso en una semana». La pregunta es, ¿se trata de la misma persona? Imposible, porque el asesino que busca Beck acaba acribillado a tiros…

Lo policíaco y la ciencia ficción se dan de la mano en HIDDEN: LO OCULTO, con un asesino espacial con forma de gusano viscoso que pasa de un humano a otro a través de la boca para alojarse en él y tomar control de su cuerpo como si se tratase de un maestro titiritero. El objetivo: robar cochazos y escuchar música a toda tralla mientras destruye todo lo que se interponga en su camino. Y así es como el parásito pasa de una persona a otra mientras Beck (el humano) alucina pepinillos y Gallagher (el extraterrestre) le guía por el buen camino para hacerle entender qué está sucediendo en realidad. El resultado es una serie B de altura premiada en Avoriaz y Fantasporto (mejor director para Jack Sholder) y Sitges (mejor actor para Nouri), donde la química entre los dos protagonistas funciona a la perfección así como los diferentes humanos que va ocupando el malvado alienígena viscoso y el modo en que los exprime y tiene que salir para tratar de ocupar otro cuerpo. A todo ello se suman las alucinantes persecuciones de coches por la cuidad de Los Ángeles, los tiroteos y explosiones y unos efectos especiales más que dignos para una producción de bajo presupuesto que desde su inicio arranca, pisa el acelerador y no frena en su 96 minutos de duración que pasan a toda velocidad. No os la podéis perder.