Porque ya os he dado suficientemente la brasa.
Y porque tendré la oportunidad de volver a hacerlo con el que sale en Marzo.
Así que hoy es el turno de hablar de otros libros y otros autores que he podido conocer gracias a esta aventura literaria que después de años de sembrado hace dos que comenzó a dar sus frutos.
Comparto representante con Rafa Cau. Además de padecer el mismo editor (aunque nos haya publicado con distinto sello). Y hemos coincidido en diversos eventos, tanto propios como ajenos. Sé que está harto de que le digan que se da un aire a Guillermo Toledo, pero es lo primero que pensé cuando le conocí. Luego vinieron las birras, los chistes y conversaciones… Y, afortunadamente, ningún otro parecido con ese actor reconvertido en… joder, supongo que no lo sabe ni él.
Rafa es un tío tranquilo, de voz grave y casi dos metros de altura. Su novela, Se acabó, se alimenta de esa serenidad para aventurarse en los silencios de un matrimonio venido a menos donde la pasión ha cedido al poso de cariño que queda en una taza de té que dejó de beberse hace tiempo y ahora reclama una decisión sin vuelta de hoja: bebérsela fría y de un solo trago… o partirla en pedazos. A fin de cuentas siempre hay una puerta por la que salir… aunque eso no significa que nos guste adónde lleva.
Josep Camps es barcelonés. Y ama Barcelona. La monumental… pero también la decadente. Un amor que se desprende en cada una de las páginas de su Melodía Quebrada, una novela policíaca protagonizada por un Mosso d’esquadra con nombre de rockero ochentero que debe resolver un asesinato relacionado con un caso de corrupción urbanística. Lo mejor de la novela: cómo consigue que todo parezca tan real. Con una trama de intereses económicos y políticos que podríamos leer en las páginas de cualquier diario de este país de los cojones.
Javier Herce es gótico. Que no es lo mismo que siniestro. Y desprende una luz y una sensibilidad increíbles que alimentan su vena creativa, y especialmente vampírica, hasta el punto de reescribir desde cero su novela favorita, escribir una segunda parte e incluir ambas en un solo volumen acompañado de un CD con su banda sonora y mucho material miltimedia. La venganza del vampiro es un sueño hecho realidad para Javier donde el clásico y romántico mito vampírico se adereza con sangrientos pasajes de crueldad “alimenticia” que os encogerán los huevos.
Siento un gran cariño por Fran Portillo. He leído todo lo que ha escrito. Pone tanta pasión en lo que hace que no puedes dejar de imaginarle soñando ese mundo fantástico que son Las tierras de Narph donde se desarrollan Oktur, Solokor… y la guinda del pastel, Akster. Y yo que pensaba que me ponía chungo cuando escribía… Akster es el perfecto colofón para una trilogía de literatura de aventuras que a los amantes de lo épico y lo fantástico les recordará aquellos tiempos en que leían sagas como Dragonlance en la cama con la lamparilla encendida. Y si pensáis que estáis mayores, dejad que hijos, sobrinos y demás disfruten de la experiencia… Te lo agradecerán.