Leer que vamos camino de “una especie de socialismo en el que todos tengan acceso a todo a coste cero” alegrará a muchos, toda la “familia” de aquéllos con quienes hablas del tema de las descargas gratuitas en Internet (música, películas, series, libros…) y te dicen que el problema no es de ellos, de quienes disfrutan del trabajo de los demás sin rascarse el bolsillo, sino del mundo, el mercado, empresas, industria y políticos que deben hacer que el “negocio” evolucione como lo ha hecho la sociedad gracias a nuestro santo patrón, San Internet.
Pero si añades que esto va a provocar “el empobrecimiento de la clase media y la concentración del poder y el desempleo” te dirán “qué va, tronco, exageras mazo”.
Son de esas cosas que piensas, que te rondan por la cabeza pero que, o encuentras a alguien que esté en la misma onda para reflexionar sobre el tema… o la idea se diluye y terminas pensando que, efectivamente, exageras mazo. Que no eres más que un cascarrabias apegado al pasado que es incapaz de valorar lo que las nuevas tecnologías pueden aportar a su vida.
Y todo ello, por supuesto, bueno hasta decir basta.
Al fin y al cabo es gracias al Santo que desde hace casi dos años compartes ideas, textos y pajas mentales en este blog.
Y entonces lees:
“Lo que tú cedes, enriquece a unos pocos… a través del aglutinamiento de bases de datos jugosas para anunciantes, gobiernos o mega empresas… pero que no revierte en ti”.
Y piensas:
“La hostia…”
Porque si hay todo tipo de contenidos al alcance de todos es porque todos podemos generarlos. Del tipo que sean. Escribes algo y lo cuelgas, haces una foto y la cuelgas, grabas un vídeo y lo cuelgas… En esta red social, en la otra, esta página y la de más allá…
“Google y Facebook cuentan con un activo incalculable para comerciar con otras empresas interesadas en conocer patrones de conducta, gustos y tendencias”.
Porque es más potente el ego que el beneficio económico. Síntoma inequívoco de que, para bien o para mal, el capitalismo se está yendo a tomar por el culo para la mayoría en virtud del egoísmo. Son otros los que se forran… pero tú te sientes de puta madre. Acumulando seguidores y “me gusta”, flipando con las visitas a tu blog, las reproducciones de tus vídeos, las lecturas de esa novela que has escrito y que está al alcance de todos a coste cero.
“Internet ha destruido más empleos de los que ha creado…”.
Aunque haya fomentado otros que no le cuestan una mierda. Porque quien nutre de contenidos esas páginas lo hace by the face. Es decir, que no es empleo. Sino un extraño tipo de esclavitud. Trabajas gratis para que se forren otros y eres tan estúpido que lo haces con una sonrisa en la cara.
Como si no estuviéramos suficientemente idiotizados, el proceso continúa… Cada día somos MÁS idiotas. En cantidad y calidad.
Una idea me lleva a otra… pero son tantas… Y todo después de leer un artículo sobre el libro ¿Quién controla el futuro?, de Jaron Lanier.
Imagínate si lees el libro…
Sobre todo si, por primera vez en mucho tiempo, le echas un par de huevos y lo pagas.
Yo me lo estoy pensando…
Pero antes me gustaría dejar de ser idiota.
Entonces me doy cuenta de que he escrito esto y lo estoy compartiendo…
Cagon la puta…
¿Será demasiado tarde?