Era cuestión de tiempo que una nueva provocación pretendiera subir la temperatura del crispado ambiente político (por llamarlo de alguna manera) de este país. Aparece un artista y manifiesta: “siempre me ha dado asco ser español”. Suelta la bomba… y a ver qué pasa. Porque lo primero que esgrimen quienes apoyan una declaración de este tipo es la “libertad de expresión”.
Cojonudo.
Pero si a mí se me ocurre decir “Viva (que no arriba) España”, soy un facha de mierda. Entras en casa de alguien que luce la Union Jack en una de sus paredes y es super cool. Pero si yo tengo una bandera española en la mía… soy un facha de mierda. Puedes ser guay si llevas una pegatina de Jamaica en el coche, pero si lo que llevas es una de España…, ya sabes, ¡facha de mierda! Y facha es fascista. Y fascista es algo muy jodido, chavalería. De lo que se acusa por una simple bandera. O por el sentimiento de pertenecer a algo… y estar orgulloso de ello. Que no tiene nada que ver con el fascismo. Ni con el tío Paco. El recurrente Valle de los Caídos. Ni muchísimo menos la conquista de América.
– Que se lo digan a los millones de indios que matamos- me dijo un amigo el otro día a propósito de la celebración del Día de la Hispanidad.
Como si fuera un tipo de “pecado original” al más puro estilo manzana de Adán y Eva con el que tengo que cargar por el resto de mi vida…
Ojalá existiera un término medio entre el chovinismo francés o el hiperpatriotismo yanqui y ese autodesprecio español. Es decir, entre mirarse continuamente el ombligo… o no verte otra cosa que el agujero del culo y la mierda que sale de él.
Porque puede que tengamos unos políticos que no valen ni para freír espárragos pero, señores, España es mucho más que Rajoy y Rubalcaba. Es Buñuel y Cervantes. Severo Ochoa, Rosalía de Castro y Rafa Nadal. Velázquez y Berlanga. España es mucho más que PP y PSOE. Que Felipe y Aznar. Que Franco y Torquemada. Es Picasso, Delibes y Faemino y Cansado. El vino de Rioja, el cocido montañés y Pau Gasol. El Museo del Prado. La Alhambra. Manuel de Falla. El Pirulí, Naranjito, las patatas bravas y los bocatas de calamares…
Son muchos años de historia. Y sí, muchos años de dolor, sufrimiento e injusticias pero, ¿vamos a defenestrar de por vida a Alemania por culpa de Hitler? ¿A Egipto por sus faraones? ¿A Rusia por Stalin? ¿A los belgas por lo que hicieron en el Congo? ¿No tiene derecho Sudáfrica a redimirse por los oscuros años de Apartheid? ¿Son todos los ingleses unos hijos de puta por lo que tardaron en dar la independencia a la India… y el caótico modo en que lo hicieron?
Sería injusto pensar que tenemos que cargar con los “pecados” del país en que nacimos. Tanto como que quienes desprecian las nacionalidades y prefieren considerarse ciudadanos del mundo, lo hagan con los del planeta Tierra en su conjunto. Una carga que pesa de cojones y que no permitiría a nadie dar un solo paso adelante.
Vive y deja vivir, joder.
O, en tu lecho de muerte, viendo pasar tu vida ante tus ojos, te darás cuenta de que has estado más pendiente de lo que los demás hacían con la suya… que en disfrutar plenamente la tuya.
¿Puede haber algo más triste?
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo ante todo ESPAÑOLA ,CARTAGENERA Y MURCIANA a mucha honrra
El que ha escrito esto no conoce a Albert Pla, que es capaz de ponerse una camiseta del Barça con el escudo del Madrid. Por provocar. Y punto. Lo gracioso es cómo se retratan muchos. 🙂
Totalmente de acuerdo!