Ferris Bueller quería un coche por su cumpleaños. Pero le regalaron un ordenador. Más que suficiente para pillarse un day off de puta madre. El nieto de la señora Cons seguro que también tiene uno, pero se baja fotos guarras con el móvil de su abuela.
Esta juventud… no aprecia lo que tiene. No sólo porque nunca corrió peligro, sino porque jamás se lo curró para conseguirlo. Los chavales ya no juegan a ¡Churro va!, no sabrían meter una canica en el guá si no es con el ratón, hacer un circuito para las chapas sin el PhotoShop, tocar una guitarra que no sea la del Guitar Hero, conducir un coche con marchas o leer un libro sin dibujos. Esta gente no estudia, memoriza. Hasta que les peta el disco duro. Entonces se meten un pen drive por el culo. O el GPS. La PS2. El MP3. La DS. La PSP. La Xbox. O la Wii de los cojones.
Lo peor de todo es que la culpa no es de ellos. Sino de sus padres. Que les subvencionan tantos caprichos. Con la excusa de la modernidad. De aprender a usar lo que para ellos, cuando eran igual de críos, no pasaba de fantasía. Para sentirse integrados. También sus hijos. Que no son nadie si no tienen ese trasto del tamaño de un mechero capaz de almacenar cinco mil canciones. Conclusión: oyen muchas, pero no escuchan ninguna. Como las fotos guarras. En mi época venerábamos un Playboy, un Lid, un Globo’s… Las compartíamos. Y descuartizábamos. “La rubia pa mí”. “Yo prefiero la negra”. “Quédate la pelirroja”. “¿Y la china? ¿Qué hacemos con la china?”. “Pos pal Chino, que pareces tonto”. Pero, ¿ahora? Ni siquiera recuerdan su raza, o su color de pelo, o el tamaño de sus pezones. Se gastan una pasta, las ven… y las olvidan. Cuando llega el verano van a la playa, y en la mismísima orilla siguen descargándose la misma mierda. Pero, tontolaba, si estás rodeado de tías en top less. Que se están echando crema… ¿Y qué me dices de esas dos, jugando a las palas? ¿Acaso no ves cómo botan sus melones? Y encima son de verdad. Hay que ser cenutrio. Y pensar que esa panda de ignorantes pagará mi pensión cuando me jubile…
Me pregunto si mis padres pensarán lo mismo de los de mi generación, la del walkman, el Spectrum y la BMX; la generación de Snoopy, los pantalones pesqueros y los jerseys Privata; las discotecas light, el Cult of SNAP y las Tortugas Ninja; las Vespino, Technotronic y los cumpleaños con mediasnoches…
Hostia puta, empiezo a hablar como un abuelo cebolleta…”
(Fragmento de CERO, una novela del menda lerenda. No te pierdas el book trailer!)
De nuevo me ha gustado, esta novela creo que me molaría más….
Sabiendo todo lo que se cuenta en ella… yo no estaría tan seguro…
a ver si nos sacas de dudas pronto!!