Parece un chiste malo. O el título de una película de serie B.
Pero nada más lejos de la realidad.
Españoles, la aceitera ha muerto.
Aquel cilindro de cristal con tapón plástico que rellenan a granel cada mañana los camareros y que era fiel amigo de la vinagrera.
Y así, como quien no quiere la cosa, el combo queda cojo.
Daltónicos como yo ya no volverán a equivocarse en la tostada, ocasionando con ello que nuestro jeto se transforme en el del Fary.
No tendremos que aguantar la típica bromita que te hace tu amigo desenroscando el tapón para que se te vuelque el contenido en el plato.
Sin embargo, lo sustituyen por botellitas no rellenables, que se empeñan en decir que no cobrarán aunque tiempo al tiempo.
Aquel objeto que comenzó como un cuerno que los pastores utilizaban para transportar este preciado líquido; que ha pasado por tantas formas, tamaños y materiales algunas de ellas de generación en generación; hoy desaparece sin más.
Para ser más higiénicos, más europeos.
¿Seguro que es por eso?
Sea cual sea la razón una cosa está clara: el combo queda cojo.
Hecha la ley, hecha la trampa, o sino ¿como rellenaban el alcohol de garrafón?
como bien dices, tiempo al tiempo……..