800 mujeres asesinadas en España desde 2003. 800 vidas arrebatadas. 800 universos calcinados. La cifra es alarmante. Difícil de creer. Profundamente dolorosa. Y exige a gritos una reacción a todos los niveles. Sin embargo, esa reacción -tras el último doble crimen sucedido en Cuenca- vuelve a resumirse en las condolencias de tal o cual (ir)responsable político y