Nando López

El curso que viene no compartiremos aulas. Ni pasillos. No llenaré la pizarra con mi caótica caligrafía ni os propondré alguno de esos trabajos en grupo en los que tanto he aprendido con vuestras ocurrencias. Por eso, supongo, escribo esto. Porque hay verbos que hemos intentando conjugar juntos estos años y que espero que sigáis haciendo en el futuro. En esas aulas donde -cómo voy a echaros de menos- ya no estaré yo… Cinco verbos que, a su manera, esconden muchos más:

Dudad

De todo y de todos. No desde la desconfianza, sino desde la inteligencia: no existen las verdades absolutas, ni la gente infalible. Existe la gente honesta que defiende con pasión sus ideas. Escuchad las suyas y defended con la misma vehemencia las vuestras. Ser vehemente no es ser intolerante: ser vehemente es sentir con fuerza lo que se dice y lo que se piensa, pero sin perder nunca la capacidad de admitir errores o ampliar puntos de vista. Sed permeables a lo que os aporte y elegid qué voces queréis sumar a vuestra voz.

Cread

Inventad vuestro propio proceso de aprendizaje y de madurez. No os conforméis con la memoria, ni con la labor del copista, ni os escudéis en los límites del sistema. El sistema también lo hacemos nosotros cuando construimos, cuando buscamos, cuando nos rebelamos. No dejéis de proponer y de imaginar: los días se vuelven grises cuando imitan a los días ajenos. Los días deben ser propios y, en su cotidianidad, todos pueden resultar excepcionales.

Leed

No solo libros. Leed novelas, sí, y poesía, sí, y teatro, sí, pero también leed series, películas, cortos, exposiciones, paisajes, tardes de verano, noches con los amigos, madrugadas e insomnios de amores que a veces nos encuentran… Leed porque la vida es un gigantesco texto que está por interpretar y, más aún, por escribir. Buscad en los libros vidas ajenas para que esa rara -y necesaria- virtud de la empatía arraigue en vosotros. A fin de cuentas, no hay nadie más ajeno que nosotros mismos y solo esa empatía nos ayudará a comprendernos. A aceptarnos.

Revelaos

Sí, con uve: revelaos en vuestra identidad, en vuestros rasgos, en vuestra diferencia. Mostraos sin miedo y sin amputar ni una sola de vuestras singularidades. La diferencia es la única forma de normalidad. Y la más enriquecedora. No nos privéis de cómo sois intentando actuar como se supone que deberíais ser.

Vivid

Intensamente. En un consciente y consecuente carpe diem. Sin ese miedo que tanto nos limita. Sin dejar de interpelaros, de cuestionaros, de interrogaros, pero evitando que esas preguntas os paralicen. La duda (por algo era el inicio de este texto) solo sirve para hacernos crecer. Y evolucionar. No perdáis el tiempo diseñando lo que queréis lograr, aprovechadlo construyendo y disfrutando lo que ya sois. Luchando por lo que sea justo. Peleando cada combate con valor y coherencia. Amando lo que sois y a quienes quieran serlo con vosotros. La vida es ahora.

La vida siempre es hoy.