Terry Hayes nació en Sussex (Reino Unido) en 1951, aunque se crió en Australia, donde estudió Periodismo. Tras ejercerlo, se dedicó profesionalmente al guión cinematográfico rompiendo el fuego con la historia de Mad Max 2. Calma total, Mad Max, más allá de la cúpula del trueno, Payback, Límite vertical o Desde el infierno también llevan su firma. Como muchos otros guionistas, Hayes se ha pasado a la Literatura. “Soy Pilgrim”, publicada en España por Salamandra, es su primera novela, y ya ha anunciado que la adaptará para llevarla al cine.
Pilgrim significa peregrino y es el apodo por el que se conoce al protagonista, un agente de la inteligencia norteamericana que pertenece a una agencia que no existe. Un apodo bastante apropiado, ya que el agente recorre el mundo viajando hasta donde sea necesario para perpetrar cualquier tipo de acción.
La novela empieza con la ejecución de un hombre en una plaza pública de Arabia Saudí. Continúa con el brutal asesinato de una joven en un hotelucho de Manhattan. Por otro lado un experto sirio en biotecnología es encontrado muerto en un vertedero de Damasco con signos evidentes de tortura. Para rizar el rizo, en una remota región de Afganistán son encontrados muertos tres cooperantes occidentales que habían sido secuestrados con una sustancia bacteriológica letal en los restos de sus cuerpos.
Los hechos están conectados entre sí. Es el propio Pilgrim quien nos narra en primera persona una historia que nos va a ir desvelando lentamente los misterios de la trama.
Una novela larga: 864 páginas que sin embargo se leen rápido, ya que el autor le ha imprimido ritmo y mucha intriga. Una novela que mezcla el género negro y el de espías. Una novela actual, ya que trata a fondo las causas del islamismo radical y acerca al lector los entresijos de las agencias de inteligencia y que desde mi punto de vista deja claras dos cosas:
-Los Estados Unidos son capaces de intervenir de forma más o menos rápida en cualquier latitud del planeta y en cualquier momento, con motivos más o menos legítimos, y pueden aliarse con países democráticos, con siniestras dictaduras, con traficantes de armas o de drogas o con quien sea, ya que el fin justifica los medios. Cualquier cosa puede estar pasando en cualquier momento y los ciudadanos comunes y corrientes no tendrán ni la menor idea. Los amigos de hoy pueden ser los enemigos de mañana y viceversa, lo que importa es el presente.
-En cualquier lugar, en cualquier latitud, un país o un grupo de cualquier índole puede planear una acción de las denominadas terroristas y ser interceptados. Pero a veces, ni todos los satélites ni las redes electrónicas de espionaje ni todo el plantel de recursos humanos especializados logran evitar una catástrofe.
Una novela de ficción, pero basada en la realidad que nos rodea, sin tapujos ni ambages, muy bien resuelta, y que no solo se disfruta por el mero placer de leerla, sino que da para muchas horas de reflexión.