Por @SilviaP3
Debes saber que hay personas que jamás perdonarán que sepamos de ellas todo lo que sabemos, aunque hubieran sido ellas mismas las que nos abrieron su alma y nos rogaron encarecidamente que les permitiéramos asomarse a las nuestras.
Hay personas que no soportarán mirarse en nuestros ojos porque lo que en ellos ven es el reflejo de quienes son realmente. Nuestras pupilas les devuelven la imagen de un ser humano sin máscara, sin disfraz, sin oropeles, mentiras ni silencios.
Porque has de saber que hay personas que huyen de quienes los conocen realmente porque no se soportan ni aceptan a sí mismos, y se quedan con la imagen ficticia que asoma a otros ojos que quieren a aquel que, en realidad, imaginan e idealizan; personas que en vez de intentar comprenderse, superarse, solucionar los problemas que ellas mismas han generado, afrontar sus desvelos y, finalmente aceptarse, huyen, huyen durante toda su vida, buscando las motivaciones en hechos que fabulan sus mentes, y que ni siquiera existieron, movidas por la cobardía.
Esas personas nunca, en ningún momento, en ningún instante, en ningún segundo de debilidad o tristeza, deben hacerte dudar de los hechos. Tú estuviste allí. Tú los presenciaste. Fuiste testigo de todos y cada uno de ellos. Más aún, tú puedes recordarlos sin problema, porque aún tienes la fuerza de tu palabra, pues nunca perdió su valía.
No pierdas jamás el valor de afrontarlos, de tener la certeza de tu dulce memoria, porque nosotros somos nuestros recuerdos y quienes borran o niegan su verdadero pasado se están borrando a sí mismos. Somos la suma de nuestra propia historia, pero la que hemos vivido, no la que algunos pretenden que ha pasado.
Que nadie te discuta lo que tú sabes que sucedió, porque la cobardía le impida afrontar lo que realmente está sucediendo.
Quien quiera negarte el sol en pleno mediodía, quien quiera hacerte creer que no sucedieron las cosas como sucedieron, se equivoca. Recuerda: los hechos son los hechos.
Y debes saber que quien los niegue e intente vender una historia irreal que desmienten testigos, las fotos y el tiempo, no pretende siquiera convencerte o confundirte, sino que sigue avanzando por un camino que comenzó a recorrer hace ya tanto tiempo que su mente construye mentiras maniqueas, simplificando sucesos que contienen la complejidad de la vida, y construyendo mentiras para un entorno nuevo, donde lo verdadero es desconocido y una vida de ficción siempre es el camino más fácil, pero nunca el mejor.
Porque aunque haya muchas versiones de una misma historia, desengañémonos, verdad solo hay una.
Recuerda: los hechos son los hechos.
