Leía estos días que ya no está de moda la decadencia entre las estrellas. Mientras antes, la rebeldía, el alcoholismo o la drogadicción eran inherentes al talento artístico, ahora parece que se cuestiona y se critica más duramente. Quizá, actualmente, a una bella Marilyn no le haría tana gracia pasarse de la ralla una noche