Empezó a gustarme el cine clásico a una edad en la que uno no se interesa por el trabajo que esconden esas imágenes y atribuye el éxito exclusivamente a los actores protagonistas, sin tener en cuenta el director, la historia y el contexto que hay detrás. Eso vendría después. Pero en aquellos años de La
Artistas malditos
Leía estos días que ya no está de moda la decadencia entre las estrellas. Mientras antes, la rebeldía, el alcoholismo o la drogadicción eran inherentes al talento artístico, ahora parece que se cuestiona y se critica más duramente. Quizá, actualmente, a una bella Marilyn no le haría tana gracia pasarse de la ralla una noche