Sí, me lo habían dicho y repetido, pero he tardado en comprenderlo: ¡La semana negra engancha! Aquí sigo. En Gijón. Debía haberme ido hace tres días, pero no fui capaz. Como tampoco fui capaz de escribir antes la crónica prometida, pues tras las apasionantes tertulias en la terraza del hotel Don Manuel hasta altas horas