Ayer mismo leía un artículo de El País que me ha dejado con la boca abierta. Reproduzco aquí algunas partes resumidas para que me deis vuestra opinión al respecto. Se trata de una nueva web www.conlicencia.com , para hacer lo que te venga en gana con publicaciones ya editadas. Los usuarios de esta página podrán comprar una licencia anual que les permitirá usar, fotocopiar y distribuir, alguna de las más de 20 millones de obras protegidas por derechos de autor.
Cualquier empresa, institución o particular, puede adquirir dicha licencia mediante pago de una tarifa plana.
La plataforma te permite reproducir o leer libros, revistas, periódicos y partituras musicales.
En el artículo, Magdalena Vinent, directora general de CEDRO, alaba las virtudes de esta web explicando que la herramienta está pensada para instituciones y universidades, con algunas de éstas CEDRO ya tiene pactados preacuerdos de contratación de licencias generales, pero también tendrán fácil acceso los particulares.
Pedro de Andrés, vicepresidente de CEDRO, añade que la web permitirá a los usuarios la utilización parcial de un fondo superior a los 20 millones de libros de un total de 34 países.
Por su parte, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, declaró que los cambios se viven como “retos y equilibrios delicados”, en medio de los cuales “muchas industrias han tenido que adaptarse”. “Creer que la libre circulación es lo mismo que la gratituidad de los contenidos es apostar por el definitivo empobrecimiento de esos mismos cupos de conocimiento a los que se aspira: o lo que es lo mismo, la defensa y salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual actúa siempre como necesario motor de la economía.”
Parece ser que la nueva ley de Propiedad Intelectual, cuyo anteproyecto ya ha sido aprobado, llegará a ver la luz en las Cortes a primeros del mes de noviembre.
Quizá en el tema de las revistas, periódicos o música, no veo que pueda tener repercusión negativa alguna el que permitan fotocopiar o intercambiar archivos de texto o partituras, esto me lo tendría que explicar algún periodista o un músico, pero en lo que se refiere a literatura no lo veo ni medio bien.
El particular comparará la licencia pero, ¿van a pagar a los autores de estos artículos de periódicos, revistas, libros o partituras, cada vez que un usuario descargue uno de sus trabajos? Este punto no se aclara en el artículo y yo francamente lo dudo, y aunque así fuera, lo que haga después el usuario con ese archivo o fotocopia es imposible saberlo. A mi particularmente no me haría ninguna gracia que mi obra editada fuese compartida, fotocopiada o leída, gracias dicha plataforma.
Tanto se critica a las páginas piratas que cobran al año por descarga y sin embargo ésta, por lo que veo, viene a ofrecer lo mismo.
Puede que esté equivocada o que haya malinterpretado el artículo, pero sigo sin ver muy claro en qué beneficia a un autor que los usuarios se puedan descargar cualquier tipo de contenido y por qué eso evitará que lo descargado en esta web no sea compartido en otras páginas ilegales.
Lo cierto es que me parece que venderlo como una acción para concienciar contra la piratería me parece palabrería para embolsarse dinero.