Estoy un poco preocupada, ha llegado al mundo un nuevo ser, el cursipedante, nos invade de una forma atroz, está por todas partes y su presencia no pasa ni mucho menos desapercibida.
Tienen seguidores que los animan a machacar el buen gusto de todo aquel que por mala suerte o falta de lectura durante su vida, cae bajo su influjo.
Enredada en la lengua húmeda, acuosa y relente, de nuestro amigo el cursipedante, se encuentran escondida, oculta, disimulada, encubierta, su más grande aspiración, dar a conocer al mundo su increíble domino del lenguaje y asombrarnos con la falta total de su capacidad para resumir.
Este héroe del lenguaje es capaz de sacar a la luz todos los adjetivos posibles para describir un mismo objeto, y a la vez, el más bajo instinto asesino de su pobre víctima, el lector habitual, después de que este haya paladeado de forma insensata y algo ingenua, sus líneas.
En su afán de superación, por que lo tienen, va sembrando la muerte neuronal con sus definiciones de los sentimientos, reduciéndolos a meros artilugios para conseguir que nos rindamos ante su magistral frase, llena de “palabros” perfectamente hilados y con una profundidad merecedora de una condena al infierno.
Espero que me entendáis, considero normal que intentemos redondear las frases hasta que queden perfectas, pero otra cosa es que tanto empeño sirva para conseguirlo.
El que se enreda en adjetivos explicando una y otra vez lo mismo, termina dando la sensación de que no tiene muy buen concepto de la capacidad intelectual del lector. Mimar la brevedad en las frases también es importante, pero evitar cualquier palabra de uso común solo es loable si tu objetivo es tratar de que los ciudadanos de a pie consulten más el diccionario. Son ustedes la encarnación de la hipérbole señores cursipedantes…Supongo que me habrán entendido.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
No se,me pensaría mucho lo de los calificativos,
un cursipedante es un calificativo
que le cuelgas tu a alguien que no nombras
y extiendes el velo de las sombras.
De la duda sobre el gusto y el estilo
Quien te dió derecho a tal bautizo
quien es ese que con el dedo curvo tu señalas
que señalar es siempre subjetivo.
Ni a la poesía ni a la prosa
referíame yo a otra cosa.
Gala, en dos versos, lo has dicho todo.
” (…) Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata (…)”
Vicente Huidobro