Me voy a arriesgar a hacer esta entrada a pesar de que supongo que muchos no estaréis de acuerdo con esta selección de cinco libros que para mi no estuvieron a la altura de las expectativas que había puesto en ellos. Podéis hacer aportaciones en vuestros comentarios de libros que, como estos a mi, no os dejaron huella o incluso tuvieseis que echar mano de fuerza de voluntad para terminar de leerlos, y por supuesto los que discrepáis de mis argumentos podéis dejar también un comentario al respecto.
Esta es solo mi opinión y quiero dejar claro que con ella no critico en modo alguno a los lectores que sí apreciaron estas novelas, entiendo que mis gustos personales no tienen por fuerza que ser los más acertados, ni muchísimo menos.
Cincuenta sombras de Grey Antes de nada aclarar que llamaba muchísimo mi curiosidad cuando lo veía publicitado, estuve dudando si comparalo o no hasta que hace un mes más o menos, una amiga insistió en que lo leyese porque a ella le había encantado y me prestó la trilogía entera.
Pensé que lo que tenía en mis manos era un libro erótico y creo que de ahí mi enfado al comprobar que se trataba de una novela rosa de toda la vida, y no de las más fuertes que he leído, precisamente (no me entendáis mal, yo leo de todo, incluidas novelas románticas, mi enfado vino por intentar vender un género apelando a otro, no porque se tratara de una novela romántica).
El argumento me pareció de lo más trillado: “chica virgen con problemas de autoestima, se enamora de millonario atractivo con un oscuro pasado”.
La protagonista, que a mi entender es mucho más rara y controladora que el señor Grey, se pasa el tiempo hablando con su diosa interior (o más bien odiosa) de la que abusa muchísimo (entiendo que para el cine describir la dichosa diosa es un acierto pero ralentiza el libro un montón y se hace detestable).
La única sonrisa que me arrancó la lectura de esta novela es cuando los protagonistas intercambian emails, el resto me pareció infumable.
Los hombres que no amaban a las mujeres El ritmo me pareció lento, con descripciones interminables que se extienden capítulos enteros. El protagonista se deja llevar por cualquier falda que se cruce en su camino y es incapaz de hablar con su propia hija hasta tal punto que se consuela pensando que ya lo hará su exmujer, en definitiva su manera de actuar respecto al género femenino me crea rechazo. El final para mi es predecible. Lo único que salvaría de esta novela es el personaje de Salander, una chica compleja e inteligente hasta extremos insospechados, lástima que su compañero en la novela sea tan insulso.
El último Catón Me encanta Matilde Asensi, es una de mis escritoras favoritas, pero tengo que decir que esta novela me dejó una sensación extrañísima, sobre todo me quedé perpleja con el final, para no hacer spoiler diré que me pareció discriminatorio.
El código Da Vinci Una tama increíblemente buena estropeada por personajes planos con problemas personales que parecen inventados sobre la marcha (porque lo de la protagonista con su abuelo es de lo más ridículo). Uno y otro van de la mano en una aventura en la que ninguno de los dos se mira a los ojos en ningún momento para pararse a pensar en el otro.
El fuego Fue una gran decepción, esta novela la compré pensando en una trama bien urdida, con ritmo ágil y los personajes llenos de vida de El ocho, y me encontré a un personaje central que no se entera en absoluto de lo que ocurre a su alrededor y corre de un lado a otro sin ton ni son guiada por otros personajes que aparecían de repente. La historia de amor es precipitada, la pareja apenas tiene tiempo de conocerse, sin conversaciones interesantes ni miradas intensas excepto para describir los jerseys que lleva él, vamos, poco convincente. La trama, que se supone basada en la anterior novela, se limita a una serie de sucesos encadenados al final.
Lei los hombres que no amaban a las mujeres y la verdad me quede a unas paginas de terminarlo, ya que no le encontre caso seguir leyendo ….
En este caso, he de decir Gala, que todos tenemos libros que no hemos podido terminar. En mi caso, algunos de esos libros son los llamados “grandes clásicos” y que no soy capaz, ya no de digerir, ni siquiera de saborear o tragar, valga el símil gastronómico. A mi, hay cosas de Gala, Terenci Moix, Cela, Umbral o García Márquez que no me llegan ni endulzándolas con mermelada de arándanos.
Evidentemente lo de coincidir en gustos, es más o menos fácil, pero lo que sí es cierto es que, cuando, en alguna charla con amigos he dicho que, por ejemplo, “Cien años de soledad” o “Rayuela” me parecen unos pestiños infumables, como casi todos los libros de Vargas Llosa, me han puesto de snob para arriba. Pero, para emitir mi juicio me los he leído. Cosa que mucha gente que los ensalza no ha hecho.
No obstante, en esto, como en todo, es también cuestión de gustos. Te puede gustar, por ejemplo, el guión de una película, pero luego la ves y, la película en sí, no te gusta. Pero ¿ves? Ahora me he dado cuenta de que estoy justificándome. ¡Anda ya! leed lo que os de la gana y os guste, pero leed. No tenéis que coincidir con mis gustos ni con mis descartes, pero leed.
Saludos,
Emilio Vigamigo
Estoy de acuerdo en todo contigo, Gala. Excepto ‘El Código Da Vinci’ que aún no lo he leído. Siempre he querido leerlo, pero por distintas circunstancias lo he ido posponiendo, aunque me han dicho muchísimas veces que es muy aburrido… 🙂
Gala arriesgada como siempre… ¡Eso está muy bien!
De la lista que has hecho esta vez, déjame salvar, por favor, a Matilde Asensi y al ‘Ultimo Catón’ aunque sólo sea porque la señora es de aquí y el libro es muy entretenido y tuvo que hacer una buena investigación.
Nuestro propósito para el 2013: Leer a los nuestros y si nos sobra tiempo, a los de fuera. Más o menos un 85% y 15%.
¡A ver si las modas nos lo dejan cumplir ya que finalmente quien manda es el lector!
¡Un abrazo!
De los citados solo he leido el Codigo da vinci. Los demás he oído hablar de ellos y no me he planteado ojearlos siquiera. A mi parecer resulta muy acertada su crítica y la comparto tanto en el que he leído como en los que no leeré.
Me ha dolido que alguien pueda tachar a Cien años de Soledad de pestiño(en el corazón) e infumable (en el alma). Para mi es una obra cumbre solo a la altura del Quijote.
Es la primera vez que comento en tu blog, Gala. El tema es arriesgado, porque sobre gustos, colores. Lo importante, como han comentado más arriba, creo que es LEER.
Analizando tu selección, tengo que decir que no he caído, ni creo que a estas alturas caiga, en las Cincuenta sombras, pero he leído sin embargo la trilogía completa de Stieg Larsson. Los leí más o menos seguidos ( pude acceder a ellos fácilmente cuando trabajé en una biblioteca municipal, pese a las continuas reservas). He de decir que me gustaron más los libros que las pelis. Pese a que son auténticos “tochos”, los leí porque me gusta la novela negra.
El código da Vinci no me aportó demasiado. Reconozco que he leído un par de títulos más de este autor, pero no me han dejado huella. De este estilo me quedo con La hermandad de la sábana santa de Julia Navarro y todos los libros de esta autora.
El fuego y El último catón los tengo pendientes en mi estantería. Me gusta mucho cómo escribe Matilde Asensi. Tenemos tendencia a leer novedades y olvidamos viejos títulos que están en nuestro poder. Por lo que he leído de Matilde Asensi y sabiendo que realiza una gran labor de investigación, tardaré poco en darle una oportunidad a este título. Ya te contaré qué me parece.
El fuego, pese a que fue un regalo, está pendiente, quizá porque El ocho no me terminó de llenar.
Perdón por la parrafada y hasta otra.
No me parece una parrafada Loli, me gusta que se argumenten bien las opiniones y eso es difícil hacerlo con brevedad. Coincidimos en gustos respecto a Julia Navarro, otra de mis autoras favoritas. Gracias por comentar. Un saludo.