El filósofo Witold Gombrowicz reflexionó largamente sobre la exigencia a la que somos sometidos de ser razonables y el hecho de que los hombres están obligados a ocultar su inmadurez, pues a la exteriorización sólo se presta lo que ya está maduro en nosotros. En su novela Ferdydurke plantea esta pregunta: ¿no veis que vuestra