Por mi finca han pasado cuatro administradores. Cuatro que yo haya conocido. Al primero que conocí lo echaron por ladrón. Llegó otro administrador y parecía bueno, pero tiempo después se descubrió que también robaba y lo echaron también. Claro está que estos ladrones no eran violentos, eran gente que parecía seria y formal y que lo único que hacía era quedarse con más dinero del que debían. No te atracaban por el patio, sólo “engordaban” las facturas. Pero los vecinos, mis vecinos, se enfadaron y los echaron. Luego vino una mujer, una administradora de fincas. Esta mujer no robaba ni lo hacía mal y duró bastante tiempo. Pero con el tiempo algunos vecinos empezaron a protestar, a decir que cada vez hacía peor su trabajo. Se votó su continuidad y salió que no, de modo que la echaron y cogieron a otra mujer, otra administradora. Esa es la que tenemos ahora. Y de momento ni roba ni lo hace mal y parece que la cosa va a ir bien. Pero a lo mejor el mes que viene se descubre que roba o a lo mejor deja de hacerlo bien y los vecinos la quieren echar, y entonces si la echan y buscan otra a mí me parecerá normal, cosas que pasan en todas las fincas a lo largo del tiempo.
Lo que no me parecería lógico es que mis vecinos, a la hora de plantearse echar al primer administrador, me hubieran dicho:
–Sí, ya sabemos que nos roba. Pero todos roban y a este ladrón ya lo conocemos, es nuestro ladrón de hace años y preferimos quedarnos con él a buscar otro ladrón que nos robe, que lo mismo con el ladrón nuevo es peor…
Si los vecinos me hubieran dicho esto, si hubieran querido quedarse con el primer administrador, yo me hubiera enfadado con ellos y me hubiera parecido un gran error, porque de ese modo nunca hubiéramos llegado a la situación actual, en la que ni nos roban ni hay quejas (de momento, repito, nada es para siempre) y porque jamás he podido entender ese apego por un ladrón, el de toda la vida, cuando el mundo está lleno de nuevos ladrones que te robarán mejor que el que tenías. ¿O no está lleno de ladrones? ¿O a lo mejor va y resulta que “no todos roban”? Claro que para eso hay que atreverse a cambiar…
Salvo que el que vota comparta los principios de latrocinio del votado. ¿A quién elegirán por jefe la banda de ladrones? ¿Al juez intachable? Porque hay mucha gente con “derechos adquiridos” que saben o sospechan que son privilegios usurpados. Y, claro, ¿a quién van a elegir?
No soy imparcial en lo que respecta a los administradores, profesión de la que me honro.
Mi opinión del comentario, es que es de un simple que aterra, me siento estafado por el tiempo que he perdido en su lectura.
Y para esto no hay remedio, ni denuncia en comisaria ni tribunales,
!que pena!
Pues sí, es una pena. Pero el artículo va de política, lo de los administradores es una metáfora…