Nunca fui fanática de la poesía, pero no por gusto sino por impotencia. Antes solía leer a autores como Espronceda, Bécquer, Neruda, Lorca, Manrique, Unámuno, T.S. Eliot, Cernuda o Alberti, entre otros pero como escritora me frustra no ser capaz de escribir poesía. De decir tanto con tan poco, encontrar las palabras adecuadas y justas