Majestades.
Al comienzo de esta comunicación quiero presentarles mis respetos esperando que no hayan sido incluidos en ningún ERE del Servicio Celestial de reparto de juguetería y concesión de deseos mundanos.
Asimismo, espero que disculpen el que por esta vez, les mande un whatsapp y no les haya enviado la tradicional carta a través del servicio postal de Correos, pero es que este año, créanselo, no está la cosa ni para sellos.
Siendo un hombrecito hecho y derecho, me da cierto apuro recordarles una vez más, que se les olvidó a Sus Majestades traerme el Scalextric que les pedí en 1974; y como soy de natural rumboso, no solicitaré nada para mi, que los estetas apenas necesitamos unas migajas de belleza para mantenernos y tenemos acostumbrados el estómago al ayuno, el corazón a la ausencia y la billetera a la definición matemática de conjunto vacío.
Es por esto, que pediré para otros, de acuerdo a sus méritos del pasado año.
Para comenzar, quisiera que se lleven lejos de España a los políticos en general y a los ministros peperos en particular. Llévenselos por ejemplo, a recoger las boñigas de sus reales camellos allá a la mierda, también conocida como: la puta mierda; y eso sí, páguenles con la misma moneda y ya puestos, con la misma cifra con la que ellos pagan a los trabajadores: 645 eurazos, que es el Salario Mínimo Interprofesional con el que graciosamente nos permiten subsistir al resto de los ciudadanos que jamás podremos soñar con sus pensiones de diputados.
Me gustaría también, que los belicosos sindicalistas que entre mariscadas y rebujitos en la Feria de Sevilla, han tenido los santos cojones de desfalcar –presuntamente–, cientos de millones de euros destinados a los parados de Andalucía, puedan pulirse la pasta en la más obscena impunidad. Se lo merecen, coño. Eso si que es un robo y no la mariconada del asalto al tren de Glasgow. Reconozcamoslo, lo han ideado, se la han jugado y han dado el palo haciéndose pasar por abnegados defensores de los currelas. Pues olé. Aquí hago especial hincapié en la petición, Majestades, estos tíos son unos máquinas.
Son como los Ocean´s Eleven, pero en plan Moranco.
A nuestros amiguitos los jueces, me gustaría que les regalaran unos martillos de esos de plástico de color amarillo que cuando se golpea con ellos suena un pitido muy gracioso, para cuando ratifiquen las sentencias ésas que dictan, que son una coña del tipo de… bueno, mejor lo dejamos aquí, que me quiero comer el roscón en casa…
Y ya que tengo un pedir que parece que estoy dando, deseo que a los sufridos banqueros, que han visto con lágrimas en los ojos cómo los españoles han tenido que pagar a escote su rescate bancario –para que luego puedan seguir desahuciándonos a gusto–, deseo decía, que les traigan carbón.
Encendido y por el ojete.
Finalmente, para el resto de mis conciudadanos les pediré, Majestades, que les traigan amor a sacos, salud a todos, más coraje cívico a aquellos que todavía dudan, trabajo de la mayor calidad posible para los que lo necesiten y toda la paciencia del mundo para los lectores de este deslenguado columnista de ustedes, si es que han decidido seguir leyéndome este 2014.
Por mi parte te seguiré leyendo en el 2014 y en todos los demás que esperó sean muchos.
Gracias Miguel Ángel por tu talento y tu gracia para escribir tantas verdades, que nos caben también a quienes vivimos en otras tierras tan castigadas como la vuestra.
¡ feliz Año ! Y , por supuesto que te seguiré leyendo.
Un abrazo.
Gracias Miguel Angel!!!…y esto como se retiwassappea???….mas que nada por enviarselo a sus Majestades por duplicado!!!
En fin…no dudes que te daremos “guerra” durante este 2014.
Un Abrazo.