LA NIÑA MUERTA – ¿Hoy me dejas que te habite? – No, niña, no. – Pues yo hoy te veo peor que ayer. – Sí, peor. Será lo que Dios quiera. – ¿Dios? – Dios custodia el orden de sus mundos. Los vivos con los vivos. Los muertos con los muertos. – Llevo mucho
El secreto del amor
Érase una vez, un matrimonio feliz. Él la amaba por encima de todas las cosas; ella le correspondía cortésmente. Él trabajaba muchas horas para ganar el pan; ella lo comía sin remilgos y pedía más. Él se iba al banco a las siete de la mañana; ella se quedaba en casa meditando sobre el