Hoy Google celebra el aniversario del nacimiento de Simone de Beauvoir que hoy cumpliría 106 años. La gran filósofa que se adelantó veinte años a la revolución sexual. Marxista convencida, publicó en 1949 su obra cumbre El segundo sexo, mil páginas de tratado de corte marxista y existencialista con un análisis profundo sobre la historia del papel femenino.
«Si somos iguales, seremos más libres», escribió esta gran mujer luchadora y ferdiente defensora del género femenino, como identidad propia, desligada de un sistema que, en la época en la que le tocó vivir, oprimía y relegaba al «segundo sexo» a la condición de esposa, madre, hija. Siempre un papel secundario, privado de libertades, ahogado y sin voz. Beauvoir se alzó como símbolo de la igualdad, respaldando sus teorías más sólidas, que sostenían que «la mujer no nace, se hace», con un estilo de vida independiente, coherente con su manera de ver el mundo. Se convirtió junto con Jean Paul Sartre, su gran compañero en la vida, en un icono de transparencia en la pareja.
Entre Sartre y Beauvoir primó su amor esencial frente a los amores contingentes ocasionales, pese al calado emocional que algunos de estos llegaron a alcanzar. Por sus vidas desfiló una extensa y enmarañada galería de amantes, muchos de ellos compartidos por ambos. Porque también para ambos, el hombre tiene la obligación de ser libre, y esa obligación, llevada a las últimas consecuencias, marcó no solo sus vidas, sino la de miles de decenas de miles de europeos.