Hoy el buscador de google celebra con honores el aniversario de nacimiento de la gran soprano MarÃa Callas, Una de las más famosas y eminentes del Siglo XX.
Fue una soprana griega nacida en Estados Unidos considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX. Capaz de revivir el bel canto en su corta pero importante carrera, fue llamada «la Divina». Su nombre está asociado en la memoria colectiva por su torrido tomance con Aristóteles Onassis, el gran amor de su vida, y no por su corta pero magnifica carrera.
Combinada una formidable técnica del bel canto que daba flexibilidad a su caudalosa voz, que se sumaba a un timbre personal, un gran talento dramático y una particular hermosura, fue un músico extraordinariamente versátil. Sus estudios del bel canto con la soprano de coloratura española Elvira de Hidalgo le permitieron abordar papeles muy disÃmiles y resucitar la tradición del bel canto romántico italiano en la verdadera acepción del término y a través de la exhumación de óperas olvidadas como Anna Bolena, de Donizetti.
En la definición del musicólogo KUrt Pahlen, «…su canto asemeja una herida abierta, que sangra entregando sus fuerzas vitales…como si ella fuese la memoria del dolor del mundo…»
Con un registro de soprano que abarcó tres octavas afrontó un inmenso repertorio, desde el bel canto, el verismo e incluso Wagner, siendo su tipologÃa vocal muy peculiar y difÃcil de clasificar tanto por su particular timbre de voz (que no era bello según los cánones establecidos) como por su facilidad para cantar notas sobreagudas (propias de una soprano ligera) y también interpretar roles de Mezzosoprano como lo son Eboli, Carmen, Santuzza, Kundry, Delilah e incluso las arias de Rossina y Angelina. TenÃa una sorprendente capacidad de matizar, lo que ha llevado a algunos crÃticos a considerarla como soprano sfogato, una voz capaz de alternar entre registros de soprano aguda como de contralto con gran agilidad, siendo heredera directa de MarÃa Malibrán y Giuditta Pasta, musas de Vincenzo Bellini.
El mayor don de Callas se hallaba en su innata musicalidad que le permitÃa internarse instintivamente en el universo personal de cada compositor sin importar los defectos vocales en los que a veces incurrÃa. Callas supo hacer de sus defectos sus mayores virtudes. Magnética en escena, no fue sólo una gran soprano con dotes vocales inusuales, sino también una gran actriz que supo encarnar sus personajes de un modo único.
Sin duda una gran mujer y artista que aún hoy en nuestros dÃas es recordada como la mejor soprano del siglo XX, y no como la enamorada triste del magnate griego Onassis.