La culpabilidad nunca acaba con la frustración. Sólo se sobrepone a ella.
La última causa de todos los males del hombre es su exceso de optimismo. Detrás de todas las guerras, las catástrofes, las crisis, siempre hay un exceso de optimismo.
Desde el momento que uno nace, las cosas sólo pueden ir a peor.
Ningún hombre es consciente de sus actos. Todas las razones que argumentará un hombre para actuar de una manera determinada son siempre la punta del iceberg de las verdaderas razones por las que actúa de ese modo.
En el sexo uno siempre está soltero.
Un suicida es un problema menos para el estado.
El mayor peligro del intelectual: amar a la humanidad pero despreciar a los individuos.
Sólo hay una cosa peor que prepararse para lo peor: que no pase nunca.
A un muerto no se le pregunta cómo está.
Sólo hay una enfermedad por la que muere un escritor: pensar que ya ha dicho todo lo que tenía que decir.
¿Para qué me he atado a la vida si sabía que la vida no me iba a retener?
La mitad de mi vida son errores y la otra mitad son renuncias, que son una forma más lacerante y dolorosa de error.
Literatura y autocompasión son un cóctel mortal.
La perfección no existe, pero la imperfección se puede ocultar.
Si quieres tener éxito en las fiestas y actos sociales habla mucho pero no digas nada.
Si renuncias a la vida para quedarte con la literatura pierdes ambas cosas.
Si no se puede controlar la muerte, ¿por qué nos empeñamos en controlar la vida?
Mi vida justifica mi obra. Pero mi obra no justifica mi vida.
Las revoluciones llegan cuando el poder ya ha perdido el miedo a las revoluciones.
Para mejorar las cosas primero tienen que empeorar.
Aprender a escribir es como aprender a hablar. Hace falta mucho trabajo para poder llegar a decir lo más simple.
Commentários de buena razoabilidades.