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Permitidme que me presente…

Soy ‘Yo jugué con un asesino‘, el primer libro de la autora de este blog. Acabo de llegar a las librerías, editado y encuadernado por la Editorial Sepha. Mis padrinos se llaman Página Tres, son una agencia literaria de Barcelona que han colaborado en mi alumbramiento. Mi creadora dice que ha sido como el parto de la elefanta, pues hace dos años que terminó de escribirme, aunque dice que se siente afortunada pues tal y como está el patio he tardado relativamente poco en salir de su ordenador para emprender este hermoso viaje, conocer personas nuevas y que me inviten a ir con ellos a sus casas. Con suerte puede que me engalanen con papel de regalo y me lleven de cumpleaños, aunque lo que más ilusión me hace es pensar en el momento en que abran la portada y se adentren entre mis páginas.

Sí, tengo una portada llamativa,  la autora fotografió un cuchillo de cocina sobre un fondo rojo dándome un aspecto desafiante, pero os prometo que por dentro el desafío no lo planteo yo, sino los dos protagonistas de mis páginas. Sé que a mi creadora le encanta la ficción y lleva años practicándola, pero también siente pasión por la investigación periodística, por lo que decidió ponerse seria y lanzarse al mundo editorial contando una historial real, dice que ya tendrá tiempo de publicar ficción y anda escribiendo otro inundado de fantasía. Lo mío es más el realismo.

Entre mis 173 páginas os llevaré de viaje por el tiempo, un tiempo cercano, y os presentaré al pederasta más inquietante de España, Eduardo González Arenas. Era Eddy en el Madrid de finales de los setenta principios de los ochenta y Edu en la Ibiza de finales de los noventa. También fue un preso, un extraterrestre, un príncipe, padre abandonado y empresario. Fue todo eso y más desde que creó la secta Edelweiss en la trastienda de su club de montaña a lo Boy Scouts y se llevaba a muchos niños de la capital a extrañas acampadas en la sierra. Extendió su organización por otras ciudades españolas, manipulando las jóvenes mentes de sus seguidores y envenenando sus sueños para tenerlos totalmente dominados y sometidos. Esto no lo dice la autora o las fuentes consultadas, lo dice el propio Eduardo en la carta que escribió a un amigo desde la cárcel entonando el mea culpa para acortar su condena. Era un tipo listo, jugó bien sus cartas y de los 168 años a los que fue condenado, sólo cumplió seis. Como en Madrid todo el mundo le conocía por el escándalo que supuso el juicio por abuso sexual a más de cien menores de edad, se recluyó en Ibiza.

En la isla balear conoció a Juanito, un chico que había compartido tardes de juegos en la infancia con la autora. De él prefiero contaros poco y dejar que lo descubráis entre mis páginas. Él es el gran desconocido de esta historia para la prensa, sólo os diré que tuvo un papel importante en los últimos días de vida de Eduardo y que aquí no hay buenos o malos. No soy un libro de opinión o ensayo, lo que pretendo es contarte una historia entretenida dando información sobre un tema tan complicado como las sectas y los abusos infantiles. Entre mis personajes hay verdugos y víctimas y también víctimas-verdugos. Como fue un caso que levantó mucha polvareda, los únicos nombres reales son los de Eduardo y Juanito, el resto han sido cambiados para evitar reabrir viejas heridas.

Por último deciros que tengo un precio asequible: 14’95 euros.

Así que ya sabes, si estás interesado en leerme búscame en los estantes de las librerías y si no estoy pregunta por mí al librero, seguro que te podrá ayudar. También me podéis encontrar en catálogos de venta online.

Aquí tenéis un enlace con más información:

http://www.editorialsepha.com/n/len/0/prd/790/yo-jugue-con-un-asesino

Y el Booktrailer:

 

 

 
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9 de respuestas

  1. Mariano

    Cuando lo presentas en Madrid

  2. ¿Falta de ortografía? ¿Título?

    • nataliacardenas

      ¿Te refieres a ‘permitirme’? Si es así, me explico: Esa cierto que para el imperativo la forma canónica es permitidme con ‘d’, aunque en lenguaje coloquial se usa frecuentemente el infinitivo. Como quería hacerlo coloquial use el infinitivo… Pero estoy por cambiarlo y evitar confusiones…

  3. Enhorabuena Natalia! Da muchas ganas de leerlo, y espero en algún momento llegue a la Argentina. El tema me parece fascinante, y le da más sabor el hecho de ser una historia eral, que haga de esta novela también un trabajo periodístico. Cálidos augurios desde Argentina, deseándote lo mejor con este sueño hecho realidad.

    Alberto Di Francisco

  4. Muy interesante esta presentación. Dan ganas de ponerse a leerlo ya. ¿Está en formato digital? Hace tiempo que no compro papel, es más, regalo libros porque no me caben.

    • nataliacardenas

      Muchas gracias Mercedes. Espero que dentro de poco salga en formato digital, lo anunciaré cuando salga. De todas formas, ocupa poquito, tiene 173 páginas y es finito 😉

  5. le gusta el sitio

    ana becker

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