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Sobre Relatos Salvajes y otras películas interesantes

Hoy voy a hablaros de cine.
Como sé que las Navidades pueden acabar con la paciencia y el aguante físico de más de uno, voy a recomendaros algunas películas interesantes que he visto últimamente para que echéis el tiempo entre cenorrio y cenorrio, y de paso os ofrezco también la posibilidad de proponer nuevos temas de conversación para contrarrestar los habituales sobre política, fútbol, religión, y temas laborales varios, que inundarán seguramente todas las mesas de este país durante las inevitables cenas y comidas navideñas.
Sin embargo ya os adelanto que tendréis que elegir muy bien el momento y los interlocutores. Decirle a tu suegra que acabas de ver una película francesa sobre la vida de una puta viciosa puede que no sea lo más conveniente, menos inducirle a ver, en compañía de su amado esposo, una barbaridad de calibre de Alabama Monroe. Yo soy de la opinión de que una película nunca es buena o mala por sí misma. Hay miles de gustos, miles de opiniones, miles de prejuicios, o no necesariamente prejucios, simplemente que, como ocurre con ciertas novelas, hay gente a la que no se deben recomendar según qué películas. Yo mismo no veo ni sé valorar peliculas de el estilo de El Resplandor o La semilla del diablo (lo he intentado, ojo), porque no me gusta este tipo de cine, por mucho que todo el mundo opine -y seguramente con razón- que son obras maestras.

Queda dicho.

Exceptuando la primera, que aun podéis ver en los cines, las otras cuatro películas las podéis ver en filmin.es.

 

Relatos_salvajes-742190384-largeRelatos Salvajes es para mí la mejor película del año. La tenía fichada desde que la estrenaron y leí la primera crítica, ya antes del verano, y tuve que esperar hasta Octubre para poder verla. Y la espera mereció la pena. Son seis relatos que sólo tienen una pequeñísima línea argumental en común. Más o menos la siguiente: ¿En qué podemos llegar a convertirnos cada uno de nosotros en determinadas situaciones extraordinarias si nos tocan un poco, o un mucho, los cojones? No os quiero desgranar demasiado, porque si vais sin saber, la sorpresa que os llevaréis será mayor. La película te atrapa ya desde la primera escena, en el avión. El relato de Pasternak para mí es una de las  aperturas más surrealistas y desternillantes que he visto en los últimos años. Y todavía no han aparecido los títulos de crédito. Después, con mayor o menor nivel, los relatos que siguen a este sorprendente primero, te hacen pasar de la risa a la tensión, de lo absurdo a lo casi gore, de la venganza a la infamia, de una forma tan drástica y directa que consiguen que te metas dentro de la película, que tomes partido por uno u otro personaje e intentes adivinar en qué acabará esta especie de juego macabro. No os cuento más. Sólo os diré que el relato de Sbaraglia es sublime, que la apertura, como ya he comentado, es impactante y efectiva, y que el relato final roza momentos de un surrealismo dramático y al mismo tiempo delicioso.

 

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La segunda película que os voy a recomendar se llama Locke, y está sostenida por un guión primoroso, cuyo único defecto es que en algunos momentos adolece de un efectismo un tanto forzado, pero perdonable, ya que el guión siempre está al servicio de la película, y esta película tiene la peculiaridad de estar rodada en tiempo real. Y eso creo que es muy dificil de hacer. Os digo como empieza. Es de noche, un hombre sale de una obra, y se mete en su flamante BMW camino de un sitio indeterminado. Entonces, ya desde la primera llamada, el protagonista, un estupendo Tom Hardy, desencadena una serie de acontencimientos cruciales que afectan directamente a su trabajo y a su familia. Él, su coche, la noche, las luces de la carretera, el manos libres sonando sin parar, la angustia de los interlocutores, la incomprensible serenidad del protagonista, y un final extraordinariamente sutil y concluyente, hacen de Locke una experiencia intensa, abrasiva, oscura y al mismo tiempo luminosa.

Continuemos con un poquito de morbo. Joven y Bonita da la impresión de que va a ser la típica película de lolitas y pervertidos. Y efectivamente la primera parte de esta estupenda película francesa corrobora las sospechas iniciales. Sin embargo esta vez el director Francois Ozon es capaz de ir más allá, y adentrarse en el verdadero conflicto que genera la decisón de esa joven con cara de ángel llamada Marine Vach (en la imagen principal) de dedicarse a la prostitución a una edad tan temprana. El giro que da la película desvela las verdaderas intenciones de la protagonista, y puede que también las causas, viendo la reacción de la gente que la rodea, en especial la de su madre. Me ha parecido una apuesta mucho más arriesgada, más sutil, y desde luego mejor rematada que La vida de Adele, película con la que tiene ciertos paralelismos, y que sin duda es interesante pero que está tremendamente sobrevalorada para mi gusto. Porque en Joven y Bonita el componente sexual está mucho mejor tratado, pero sobre todo porque el personaje protagonista, que interpreta como ya he dicho Marine Vach, me parece mucho más complejo y verosímil que Adele Exarchopoulos. Y vale, el título no resulta muy sugerente. Pero probad a decirlo en francés: Jeune et Jolie.

Alabama Monroe 1
La (pen)última película de la lista se llama Alabama Monroe y hay que tener un poco de cuidado con ella. Lo digo porque es un drama durísimo. Una navaja afilada que te corta sin piedad, pero que es también una película interesantísima y repleta de honestidad. Si añadimos algunas excelentes interpretaciones -especialmente la de la actriz belga Veerle Baetens- y lo aliñamos todo con una banda sonora inmensa, sureña, country, blusera, el resultado resulta casi mágico. Por eso me parece una gran película, porque la música es la verdadera protagonista. Ya puede haber amor, olvido, desprecio, felicidad o dolor, que la música es capaz de anteponerse y envolverlo todo para arrancarte una sonrisa o una lágrima en el momento más inesperado. No es apta para todos los públicos, ya os lo he dicho, porque algunos zarpazos te dejan sin aliento, pero a cambio te da otras muchas cosas. La escena, por ejemplo, en la que el grupo se arranca a cantar «Go sleep little baby», os aseguro que pone literalmente la carne de gallina. Y el original y complicado montaje me parece otro gran acierto (aunque a veces produzca confusión), porque le imprime un ritmo que de otra forma seguramente sería más complicado mantener. Otra película a tener en cuenta en lo musical, y desde luego mucho más llevadera, es Begin Again. No os la perdáis tampoco. Keira Knightley está muy bien, pero Mark Rufallo se come literalmente la pantalla, y además de hacerlo muy bien, te hace reír, y sólo por eso merece la pena ver esta película. Bueno, y por la música, y también por Nueva York, y porque la idea es muy original… y… bueno, también por Keira, para que nos vamos a engañar.

 

Aquí os dejo un ejemplo del más auténtico bluegrass sureño que interpretan Veerle Baetens y Johan Heldenberg en la película Alabama Monroe. Decidme si esto no levanta el ánimo al más pesimista

 

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