Miguel Abollado

Me voy a presentar.
Soy Miguel Abollado Rego, y ésta va a ser la primera entrada de mi primer blog. Por lo tanto espero que disculpéis cualquier deficiencia en la edición, o en las imágenes, o en el tipo de letra, y seguro que más cosas que ahora no se me ocurren. Sé que alguno al leer el post, o la entrada (¿veis?, me cuesta familiarizarme con este lenguaje) va a pensar «uff, este tío no ha escrito un blog en su vida». Acertará.

Bien, vamos al grano.
Natalia me ha pedido que participe en este nuevo proyecto y tengo que deciros que estoy muy ilusionado, y agradecido por su confianza. Siempre he sido un poco reticente a escribir un blog. Primero, porque todo el mundo me decía que era lo que tenía que hacer. He escrito un libro (ya casi dos) y parece que es lo lógico en estos casos, pero a mí me gusta ir siempre un poco a contracorriente. Segundo, porque si os soy sincero, me da miedo eso de escribir «al aire». Es decir, contar lo que uno piensa, inventarse historias apasionantes, ser gracioso y ocurrente puede resultar muy alentador si alguien te escucha. Pero, ¿y si no? Me asusta pensar en mí mirando a la pantalla del ordenador mientras espero un «me gusta» o un comentario indicando la oportunidad de mi post, rebatiendo mis ideas, o alabando mi forma de escribir. No, sé que no podría soportarlo. ¿Escribir para nadie? Ese es el principal miedo que me daba esto de los blogs. De cualquier forma lo voy a hacer, aunque nadie me escuche, aunque predique en el desierto. Al fin y al cabo muchas veces escribimos para nosotros mismos, ¿no creéis? Sé que muchos habéis contestado si, pero pensáis que no. A todos nos molan los «likes», no lo neguéis, pero eso no es malo: ese punto de orgullo y exhibicionismo nuestro a veces es necesario.

No os he dicho de dónde vengo, ni adónde voy. Ya va.
Hubo un tiempo en que solía ser informático. Ahora escribo novelas. El año pasado conseguí que me publicaran «La danza de los malditos», una novela de intriga ambientada en Madrid, con el trasfondo de las pinturas Negras de Goya. Llevo un año promocionando, montando presentaciones, yendo a ferias del libro, e investigando a fondo las redes sociales para intentar dar a conocer la novela. Ahora, en un par de semanas seguramente (ya está en imprenta), saldrá mi segunda novela, «Mi vecina quiere presentarme a su gato», que como os habréis podido imaginar, es una novela negra de un dramatismo total ambientada en la postguerra. Bueno, en realidad no. Pero todavía no puedo deciros nada sobre ella. Tendréis que averiguarlo. Si os dijera que no voy a intentar venderos mi libro mentiría. Voy a hablar de mi libro. De mis libros. Pero también de otras cosas, no os preocupéis.

Los temas a tratar (aparte de mis novelas).
Os aviso de que estoy en un punto de indignación que roza lo esperpéntico. Entonces, voy a dar rienda suelta a todas esas fuerzas que deambulan por mi cabeza buscando un resquicio por el que salir. Intentaré ser todo lo moderado que la situación actual me permita. Pero no prometo nada. PP, PSOE, sindicatos, nacionalismos, estaespañanuestra, fútbol, crisis, bancos, economía, desahucios, huelgas, sanidad, el futuro, el pasado, periodismo, ¡libros!… se me ocurren un montón de cosas interesantes de las que hablar. Pero seguramente no lo haga, o al menos no lo quiero hacer de la manera en que se hace actualmente. Os voy a decir por qué. Yo creo en las personas, básicamente. Todo lo demás no me interesa, o me interesa menos. Una sola persona tiene la fuerza suficiente para desmantelarlo todo y cambiar el mundo. Así que, amigos, hablaré de las personas (también…).

Por el momento esto ha sido todo.
Es un placer compartir este espacio con vosotros, espero estar más afinado la próxima vez.
Sin más, un saludo.