Esta semana las redes sociales echaban humo comentando la ceremonia de los Goya y las intervenciones de los galardonados y presentadores que no dejaron escapar la ocasión para criticar la mala gestión del gobierno.

Lo que más me sorprendió del asunto fueron las críticas del público a estas manifestaciones en apoyo del pueblo, y me sorprendieron porque aunque es cierto que algunos de ellos viven en otros países, tributan en otros países, y llevan una vida más acomodada que la mayoría de nosotros, han sacado la cara por todos aquellos ciudadanos que no tienen los recursos necesarios para poder hacerlo y ser escuchados públicamente.

Algunos pensaréis que pecaron de hipócritas, yo prefiero pensar que a esos a los que no les falta de nada y llevan una vida acomodada, les resultaría más fácil no abrir la boca y poner su sonrisa más radiante para que le sigan lloviendo subvenciones.

Me impresionó muchísimo la intervención de Candela Peña,  que contaba que tuvo que ver morir a su padre en un hospital público donde no había ni agua, ni mantas. Yo no sé cómo calificaríais vosotros estas desgarradoras palabras pero a mi no me parecieron en absoluto las declaraciones de alguien que busca notoriedad, sino la indignación sangrante de una persona.

La gran Eva Hache, por supuesto, como siempre, con un humor sarcástico que domina como nadie, llamó la atención sobre otro hecho importantísimo que parece que a todos se nos escapa, la falta de representantes de la Casa Real en la ceremonia.

Y es que parece que a nuestra familia real las subvenciones de los Españoles solo les alcanzan para ir a eventos deportivos. Pasa como en los noticieros de cualquier país, que dedican casi el mismo tiempo a comentar la actualidad que los deportes. Las referencias a cualquier evento relacionado con las artes se reparten de tres a cinco minutos como mucho, y a pesar de que hay cantidad de actuaciones, exposiciones y presentaciones literarias o eventos musicales, estas informaciones están descartadas del interés del espectador, y yo me preguntó ¿por qué? ¿Acaso no hay gente que disfruta tanto de un gran partido de fútbol como de un buen libro? ¿Está una cosa reñida con la otra? Para mi esta es una de las grandes incógnitas del universo.

Volviendo al tema de la ceremonia de los Goya y las críticas a las subvenciones del sector, tengo que decir que  puede que alguno las crea elevadas, pero a mi, personalmente, me parece triste se destine más presupuesto a defensa. Un país que valora más las armas que la creatividad es un país condenado a la ignorancia.

Desde aquí muestro mi total rechazo a las críticas recibidas por el sector del cine en nuestro país y aplaudo la intervención de los artistas que aprovecharon los momentos en que podían hacer promoción de sus películas para no callar las injusticias.

Ahora de lo que se habla en las redes es de la ceremonia de los Oscar, y mira tú por donde nadie parece molesto porque sus actores y actrices luzcan los mejores modelos, joyas, zapatos, sonrisas, y ninguna de esas grandes estrellas diga una palabra sobre los más desfavorecidos en su país, que los hay.

Es muy triste ver como un colectivo que saca la cara por el resto de sus compatriotas es vapuleado por llevar este o aquel vestido, sería igual de injusto que pedirle a los futbolistas que compartan su sueldo con los Españoles, por poner un ejemplo. Ellos también tienen sueldos millonarios y propiedades en el extranjero. Pero esto no es así, nadie tiene por qué pagar los errores de otros.

Los actores, directores, guionistas…no están ahí para defender nuestros intereses pero lo han hecho, ellos no son culpables de la situación, ni el colectivo más favorecido, no desviemos la vista de los verdaderos responsables que todos sabemos quienes son.