Descartemos el revolver

¿El camerino de Sinatra?

Existió un tiempo verde y radiante en que los escritores solo sabían escribir, y a veces ni eso, y el mundo entero los admiraba. Ellos no necesitaban nada más que escribir para triunfar. Ni siquiera debían esforzarse en ser honestos... Leer más ›

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Llamadas telefónicas

Cualquiera comete un error estúpido, que no parece grave, y que le conduce a la ruina en poco tiempo. Mi amigo Ernesto es funcionario, y el lunes llamó por teléfono a un compañero de trabajo que se sienta a solo tres... Leer más ›

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Tocar de oídas

Nunca le hago ascos a una historia de curas. La incredulidad que te produce te dejan al final de la boca el regusto amargo y sucio de la verdad. Incluso cuando no son ciertas, resultan verídicas. Bien lo decía John Ford... Leer más ›

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«Me vuelvo al bar»

Cuando desconoce cómo arreglar un problema, mucha gente empieza por decir «voy a prepararme un café», y después ya se verá qué coño pasa con el problema. Yo soy de esa gente. Para hacer según qué cosas conviene empezar por... Leer más ›

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Despide a tu jefe

Pocas cosas se igualan en belleza al acto de mandar a un jefe a la mierda, con buenas maneras. El efecto resulta demoledor, no necesariamente para el jefe. Por aquí, apresurémonos a admitirlo, no tenemos demasiada costumbre. Y es una... Leer más ›

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Bueno, carallo, bueno

Me asombra la gente que hace cosas, aunque sea vender tornillos o ganar Winbledon. Pero, ¿y los que no hacen nada? También me asombran. Viven en una tonalidad distinta al resto. No creo que sea fácil alcanzar ese estado de... Leer más ›

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El despertador baldío

En el piso de al lado no vive nadie, pero todos los días, a las ocho de la mañana, suena un despertador, recreando la imagen de un náufrago que se ahoga en el desierto. Algunas veces programo el mío para... Leer más ›

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«Jabois, supongo»

Hace dos semanas me presenté en casa de Manuel Jabois con una botella de vodka, que en ruso significa agüita, por la afición eslava a los diminutivos. Y al humor. Me he acostumbrado a llevar una botellita de algo cuando... Leer más ›

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Yo declaro todo pescado

Nunca sabemos qué va a pasar en un Real Madrid-Barcelona, pero sabemos que todo lo que suceda será terrible, como en las novelas de Faulkner. Dentro y fuera, todo es efervescencia y vértigo. El espectador vive peligrosamente, temiendo que su vida... Leer más ›

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¡Esa derrota es mía!

Cada año que pasa, el catálogo de perdedores del Nobel de Literatura adquiere el expresivo fulgor de una de esas viejas reputaciones que nada puede hacer tambalear, como el día que el capitán Scott pasó a la historia por no... Leer más ›

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