Del verso y lo adverso

‘El poema más peligroso del mundo’ de Arwel Cadwgan

El poema más peligroso del mundoEstoy ileso y sentado en una casa grande. Alguien ha entrado a la fuerza. Más de uno. Quizá más de dos. Ellosno saben que yo estoy en la casa. Quizáno les importe. Por ahora están en la planta bajadestruyendo cosas, guardándose otras, gritandoórdenes con palabras que no entiendo. No es dinero lo ...

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‘Donde la acera acaba’ de Shel Silverstein

Hay un lugar, un sito, donde la acera acaba,donde la calle aún no ha comenzado;allí la hierba crece blanca y blanday allí el sol carmesí brilla y calientay allí la luna alada reposa de su vueloy se baña en la brisa mentolada. Larguémonos de aquí, donde el humo es tan negroy las lúgubres calles nos constriñen.Lejos de las cantera...

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‘El Año Nuevo’ de Edward Thomas

Él fue el único hombre con el que me encontré en el bosqueaquella tormentosa mañana de Año Nuevo; y a primera vista,a cincuenta yardas, no podía determinar hasta qué puntoera un hombre aquel extraño trípode. Su cuerpo,inclinado, se sostenía por igualen parte con las piernas, en parte con el rastrillo:de este modo descansaba, muc...

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‘Violencia’ de Richard Robbins

Al decir tiempo, se refería al abrigo de visón de su abuela, rasgado todavía       tras el belicismo de tanta cena formal, que aguantaba la respiración dentro de la        bolsa transparente de la tintorería en el armario.Cuando decía tierra, se refería a las medias lunas que hay bajo cada u&n...

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‘No entres dócil en esa buena noche’ de Dylan Thomas

No entres dócil en esa buena noche,la vejez debería arder y enfurecerse al concluir el día;enfurecerse, enfurecerse contra la muerte de la luz.Aunque al llegar su fin los sabios sepan que la oscuridad es justa,ya que sus palabras no desviaron el relámpagono entran dóciles en esa buena noche.Los hombres buenos, por ser los últimos, al lamentar lo muchoque p...

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Nota de Werner Herzog para la señora de la limpieza

Rosalina. Mujer. Me agravia constantemente con su singular falta de visión. Cuidado, todas las cosas, en su esencia, contienen belleza y una verdad; desde los últimos estertores de la gacela alanceada a la sonrisa corrompida del pordiosero de autopista. Pero esto no significa que el carácter invisible de algo implique que no exista. A pesar de que los bebé...

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El latón de las cabezadas – de Edward Thomas

El latón de las cabezadas brilló al girar los caballosy los amantes desaparecieron dentro del bosque. Me senté sobre la rama de un olmo derribadoque formaba un ángulo sobre la tierra en barbecho, yobservé cómo reducía el arado un cuadrado amarillode mostaza de campo. Cada vez que los caballos girabanen vez de aplastarme, el labrador se inclinabasobr...

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Hay que estar fuerte

«Hay que estar fuerte»,dijo el camarero con la mirada perdida—una gaviota nos observaba expectante—. «Sí», dije, pero ya era tarde. «Hay que estar fuerte», repitió,«como los hombres de la montaña». B.C.

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Cinco días – Poema accésit de los Premios del Tren 2013

Cinco días(1 de enero de 1985)Un silencio más solo en el silencionormal de esta hora; cuatro menos cuartode la tarde de un martes.Las hormigas conocen los horariosy recorren sin miedo el brillo tibiocon semillas; con trozosminúsculos del últimocaramelo que el último estudiantetiró, sin terminar, por la ventana. No saben que hoy empieza el gran olvido.Que e...

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