SIBERIA 2020-05-26 14:03:00





PALABRAS PARA UN DOMINGO


Alégrate de levantarte un domingo, un domingo cualquiera
y tener dos piernas y poder andar.
Alégrate de tener una mujer a tu lado, durmiendo en la cama grande,
una mujer a la que abrazar y que te dé calor en las largas noches de invierno.
Alégrate de oír las risas de tus hijos. Y que te pidan la leche o te pregunten
qué pantalón ponerse.
Y alégrate de tener leche en la nevera y un pantalón para salir de casa.
Vienes de las pesadillas de la noche, de los fantasmas silenciosos
e invisibles, que te observan y vigilan en la gran sala vacía.
Están ahí y no aparecen. Y la sala vacía del cine tiene el proyector encendido.
Y la pantalla en blanco.
Ves las sombras que la cruzan y sabes que los fantasmas no tienen sombras.
Y luego el pasillo cada vez más estrecho, y la puerta de la calle y tú cada vez más cerca
y el pasillo cada vez más estrecho. Y la luz
en la calle.
Y tú que no llegas, que no puedes llegar.
Pero abres los ojos. Se acabó la pesadilla. La casa está en silencio.
Hay luz en el comedor.
Alégrate de tus pesadillas. Sólo los vivos tienen pesadillas.
Alégrate de tener una mujer a la que contarle tus pesadillas.
Alégrate de tener unos hijos que te contarán sus pesadillas.
Alégrate de tener una lavadora que poner y unos platos que fregar.
Porque es domingo, un simple domingo, y tienes toda la mañana por delante.
Porque es domingo, un simple domingo, y estás vivo
y has salido de tu pesadilla.








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