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Los malvones, la cineraria marítima,
la albahaca, la salvia. Todas están a salvo.

La vida está a salvo en mi jardín.

Anoche, después de la llovizna 
pude mirarme en tu sudor.

La vida me abrió las manos
como si fuesen dos de tus lamentos.

Qué blanca golpea la ternura.


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