Forma






Las palabras por lo que por ellas mismas son.
Por cómo están escritas.
Por cómo suenan.
Contemplarlas.
Pronunciarlas.
Sin atender a su sentido.
Sin perderse por sus múltiples ideas.
Sin entrar en sus controvertidas significaciones.
Sin vincularlas a símbolos o recuerdos.
Vacías.
Íntegras.
Inscritas en el ahora eterno de la calma.
Soltar sus sílabas,
las ondas de sus sílabas
como pequeños mundos
traspasando el espacio,
y sentir el temblor
de un amoroso y vulnerado silbo.

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