La Alhambra junto a la tarde

Desde esta colina
es fácil despeñarse.
Aunque un rumor de historia detenida,
de tiempo fugitivo me sujete.
Porque también me empuja
con el mismo fluir de la corriente
que mi sueño desaloja.
Mi propio sueño desarmado.
Crecen las sombras en la luz roja de la tarde
y me asomo al abismo.
Pero no se despejan las incógnitas
que el agua arrastra bajo las calles
d la ciudad tendida.
Abajo, secretamente,
veo mi nombre
desde otra tarde rota
desatarse y y mirar las estellas
apuntando.
Abajo, el río sabe
de esta hora maldita.
Y como yo se oculta bajo sus pasos
para llevar al fin al aire denso
sus murmullos de plata.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*