MUROS MARCADOS CON TIZA: Cuatro poemas.




Jugar a las tabas
evitando
su extracción.
Eso eran
juegos.

*

Baldosas

Entre las baldosas
horadadas por el suelo terroso
que cambian de amarillo a azul
y
las que parecen teclas
de piano
resfriado
para bajar a tus
infiernos
vivo entre 
rumores de baldosas
que
en 
ocasiones 
son
bálsamo.

*

Vocabulario madero

Te pegan pero resulta que es resistencia 
a la autoridad 
te empujan y es desobediencia 
te ahostian, 
te rompen 
sangras 
y se llama 
autolesiones. 
Uno de mil son condenados 
a pena 
de indulto.

*

No tengo ya edad ni hechuras 
para hacer un bonito 
cadáver 
en cualquier caso
no hay bonitos cadáveres; 
las sirenas 
los 
dos 
días 
apestan.


Felipe Zapico Alonso,
de Muros marcados con tiza
(Amargord, 2016)


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